Mossack Fonseca, el bufete panameño que hace casi dos años acaparó la atención del mundo por ser el epicentro de los llamados “papeles de Panamá’, no consiguió sobrevivir al escándalo de las sociedades extraterritoriales y anunció el cierre de todas sus oficinas por falta de clientes.

La firma de abogados, fundada en 1977, explicó que el deterioro reputacional, la campaña mediática, el cerco financiero y las actuaciones irregulares de algunas autoridades panameñas le han ocasionado un daño irreparable.

 

La noticia no sorprende, ya que Mossack Fonseca ha ido recortando progresivamente personal desde que estalló el escándalo, e incluso retiró el letrero que señalaba la entrada de sus oficinas principales.

La compañía, considerada en su momento un actor destacado en la creación de sociedades “offshore”, llegó a tener más de un millar de empleados en decenas de oficinas de todo el mundo, pero en los últimos meses funcionaba con apenas 50 trabajadores.

El próximo 3 de abril se cumplen dos años desde que el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) publicara la base de datos de Mossack Fonseca y cientos de medios de comunicación desvelaran qué personalidades de todo el lo contrataron para crear sociedades “offshore’ y presuntamente evadir impuestos.

La publicación salpicó a personalidades muy diversas, entre ellas, el presidente argentino, Mauricio Macri; el ex primer ministro británico David Cameron o el futbolista Lionel Messi. El consorcio periodístico, destacó el bufete, “presentó al mundo, en base a información robada, un panorama desacertado de los servicios que prestábamos tergiversando la naturaleza de la industria y su papel en los mercados financieros globales’.

La firma de abogados reiteró su disposición para colaborar con la justicia, insistió en la legalidad de sus servicios, y dijo que los papeles de Panamá más que atacar a una empresa prestigiosa, buscaron arremeter contra el sistema financiero panameño.

Su situación económica se agravó tras la detención en febrero del año pasado de los dos socios fundadores, Jurgen Mossack y Ramón Fonseca Mora, por presuntamente implicados en otro megaescándalo: el caso de corrupción brasileña “Lava Jato’. Se los acusó de formar una organización criminal que ayudaba a lavar dinero en la trama brasileña.

Los papeles de Panamá causaron un verdadero terremoto en este país, que recibió una ristra de críticas por su presunta opacidad financiera. La primera consecuencia fue la decisión de Francia de volver a incluir a Panamá en su lista de paraísos fiscales, de la que aún no ha conseguido salir.

El Gobierno panameño publicó una lista de 20 países que lo discriminan de alguna manera y anunció que habrá reciprocidad.

 

Por María M. Mur     Agencia EFE, Panamá.