Señor director:

No son pocos los que creen que la motivación es suficiente para alcanzar objetivos, llegar a la meta deseada. Sin embargo, existen procesos a través de los cuales surgen inexorablemente logros y fracasos. Lo importante es que toda persona con aspiraciones a obtener óptimos resultados sepa que los fracasos, las frustraciones, los errores son aprendizajes. Durante algunos años, padres y docentes nos hicieron creer que equivocarse, fracasar en cualquier intento por progresar en la vida, estaba mal visto. Incluso, hasta nos explicaban que no estaba bien preguntar cuando algo era inentendible, incomprensible. 

Está claro que la motivación anima a una persona a actuar, realizar, proyectar, persistir con un plan o una idea. Pero, no alcanza con eso. Motivación es un término complejo de definir, aunque pensando rápidamente decimos que impulsa a un sujeto a actuar de determinada manera con el fin de lograr aquello que pretende. Ahora bien, en el camino elegido debe existir conciencia que pueden aflorar fracasos, resultados adversos e inesperados, dificultades. El fracaso o error es un obstáculo a vencer para avanzar y aprovechar los efectos que causa en cualquier ámbito de la vida diaria. Debemos aceptar que la forma de aprender es haciendo, repitiendo acciones. Y si surgen fallas, corregirlas. Para ser exitosos primero tenemos que caer y luego levantarnos para buscar más desafíos. 

Marcelo Malvestitti
DNI 18.242.927