Un juez ordenó que se levante el secreto fiscal y bancario del secretario general del Sindicato de Camioneros, Hugo Moyano, quien acusa al Gobierno de impulsar una persecución judicial en su contra, en el marco de una causa en la que se investiga un presunto lavado de dinero. Según confirmaron a Efe fuentes jurídicas, el juez federal de la ciudad bonaerense de Morón, Néstor Barral, dictó la medida contra Moyano y varios familiares, entre ellos su hijo Pablo, que es secretario general adjunto de la organización sindical. En el medio, sigue creciendo el nivel de críticas al líder sindical. Ahora se sumó el gastronómico Luis Barrionuevo, quien confirmó que no asistirá a la marcha convocada por el camionero y lo criticó con dureza al decir que “se desvirtuó todo”.
Con respecto a la situación judicial del líder del gremio de los camioneros, el Banco Central y la Administración Federal de Ingresos Públicos deberán entregar a la Justicia toda la información sobre los investigados. En las últimas semanas, Moyano, que entre 2004 y 2016 fue secretario general de la Confederación General del Trabajo, principal central sindical argentina, y actualmente preside el club de fútbol Independiente, ha reiterado que las causas que le rozan a él y su familia “son motorizadas por la Casa Rosada”, en referencia a la sede del Gobierno en Buenos Aires, y ha defendido su inocencia. La investigación por la que se levanta el secreto bancario se originó por una denuncia de la diputada del frente oficialista Cambiemos Graciela Ocaña, por supuesto desvío de fondos de la obra social (mutual médica) del sindicato de Camioneros hacia sociedades pertenecientes a la familia Moyano. El levantamiento del secreto también afecta a las tres empresas en la mira: Aconra SA, Dixey SA, y Iarai SA. Las compañías están a nombre de los hijastros de Moyano, Juan Manuel Zulet y Valeria Salerno, y tienen como principales clientes tanto al Sindicato de Camioneros.
Está en sospecha la compra de dos casas en Parque Leloir.
En medio de las acusaciones judiciales, la organización sindical que preside Moyano impulsó hace unos días una marcha contra la gestión del Gobierno para el 21 de febrero, a la que se adherirán varios sindicatos más, mientras que otros, comandados por gremialistas de gran influencia, ya adelantaron que no participarán. “No voy a la marcha. Se desvirtuó todo”, dijo en declaraciones al diario La Nación el titular de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina, Luis Barrionuevo, quien cree que la protesta se trata de un enfrentamiento personal entre Moyano y el presidente, Mauricio Macri. Consultado por si la movilización del 21 es para defenderse de las causas judiciales, Moyano dijo el 7 de febrero en una entrevista en el canal TN que no tiene nada que ver y argumentó que a Macri le acompañaron “estos dos primeros años”, desde que tomó la Presidencia en diciembre de 2015. “Pero se cree el dueño de la verdad”, afirmó. Ese mismo día, sin nombrar a Moyano, el mandatario había criticado en un acto los “patoterismos”, así como los “comportamientos mafiosos o extorsivos”.