El terremoto de magnitud 7,5 que sacudió ayer con fuerza el centro y sur de México provocó al menos cinco muertos, mientras los habitantes trataban de contener el susto.
El epicentro fue Oaxaca. Su gobernador, Alejandro Murat, informó que una joven de 22 años falleció tras un "derrumbe" de un edificio en Crucecita, localidad cercana al lugar donde se originó el sismo ayer a las 10.29 hora local.
Mientras que en San Juan Ozolotepec, "un adulto también perdió su vida" al parecer a "raíz del susto". Además, un hospital de Huatulco dedicado a la atención de pacientes de coronavirus sufrió daños "estructurales" y se tuvo que desalojar el centro médico.
Tres de las muertes se debieron a derrumbes de techos de viviendas, aunque también se mencionaba la muerte de un trabajador de la petrolera estatal Pemex, quien cayó de una estructura.
Lo concreto es que, hasta el momento, las autoridades mexicanas reportan al menos cinco muertos, 30 lesionados y numerosos daños materiales, principalmente en Oaxaca. Su gobernador informó de algunas afectaciones en Crucetita con caída de paredes y algunos daños en el hospital local.
Según autoridades de Oaxaca y de la Ciudad de México, hasta el momento no se detectaban daños importantes en viviendas o inmuebles, aunque no hay suficiente comunicación con localidades pequeñas. En la capital mexicana se reportaron algunos daños menores en edificios, ya resentidos por el terremoto de 7,1 grados de septiembre de 2017, que provocó unos 400 muertos.
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, descartó víctimas mortales. Informó de "daños muy menores en fachadas y bardas" de 32 edificios de la capital. El sismo provocó evacuaciones de edificios en las principales ciudades del país. También generó escenas de pánico entre los residentes en la capital y otros estados, que se lanzaron a las calles con el recuerdo fresco del fatal sismo de 2017. Se registraron 447 réplicas, siendo de 4,6 la de mayor magnitud. Hubo alerta de tsunami.