Bertha Castilla Echegaray, Bertie como la conocían todos, murió esta madrugada a los 93 años, de acuerdo a lo informado por Radio Sarmiento. La mujer tenía una extensa trayectoria y fue una cocinera muy reconocida en la provincia que tuvo su participación en la televisión local. 

Además de su arte culinario, será recordada por sus obras de caridad y solidaridad que siempre llevó adelante.

Sumamente activa y lúcida, Bertha presentó en 2018 su libro "Herencia’ donde relató momentos de su vida y compartió algunas de sus recetas más conocidas. 

La historia de Bertie, contadapor ella misma (el relato pertenece a una nota realizada por María Inés Montes por la presentación del libro)

"Nunca pensé que iba a ser cocinera. Mi infancia fue muy regalona, tenía una cocinera que nos tenía vedado entrar en la cocina. Cuando me casé no sabía ni freír un huevo. Mis padres eran muy buenos anfitriones, recibían mucho a sus amigos y compromisos en casa. Desde niña yo estaba acostumbrada a ver las mesas bien servidas, comidas bien preparadas, pero hacerlas, nada, ni idea. El tiempo pasó, me enamoré y me casé.

Un día la vida me puso a prueba en cuestiones económicas, mi marido y yo tuvimos que hacerle frente a la firma, dejamos el nombre de mi padre muy en alto, como había sido en aquellos tiempos. De esta manera quedamos sin un peso. Por esto una amiga, Mabel de Quevedo, me propuso hacer una sociedad, yo cocinando y ella decorando. Nunca lo hicimos, pero me sembró la idea de cocinar. Es así como empieza mi historia con la cocina: haciendo panfletos con mi servicio y mis hijos los repartían por el barrio Residencial y Del Bono. Vinieron los encargos que preparaba los sábados y el domingo mis hijos repartían. Sin la ayuda de mi familia esto no hubiera sido posible. A raíz de esa crisis que pasamos mi marido sufrió un infarto muy grave, entonces no podía salir a trabajar , él fue un gran apoyo también ya que se encargaba de las compras. Así de a poco fui creciendo primero hice el casamiento de mi hija, luego preparé un banquete para el ministro Harguindeguy, en otra oportunidad una cena al presidente Videla, allí quedaron mis demostraciones y conocimientos culinarios. Por eso digo que es cuando me lancé a la fama. Después se me ocurrió poner un restaurante, no fue lo que yo quería . También recuerdo que puse una casa de comida en Mar del Plata, tampoco resultó".

"En el año 80′ el papa Juan Pablo II, lo nombró año Mariano, a raíz de esto la Liga de Madres de la Argentina, decidieron elegir 7 mujeres cuya trayectoria representara a María mujer de hoy. Ellos recurrieron a las ligas de madres de las provincias consultando a las ONG e instituciones de solidaridad. Fuí una de las elegidas, en aquel momento DIARIO DE CUYO me hizo una nota por la distinción un 30 de noviembre de 1980.

Luego pasé a dedicarme de lleno a la cocina haciendo cursos en la provincia, en el extranjero, en Buenos Aires con los mejores chefs. Cambié de lleno los best seller por los libros de cocina. En todo mi haber mi familia, mi apoyo incondicional. Tuve éxitos, fracasos, críticas, ponderaciones, pero soy muy feliz, tengo una vida plena, una familia hermosa, tuve muchas pérdidas y piedras en el camino, pero todo me fortaleció. El haber sido una niña rica, millonaria y tener que salir a buscar el pan de cada día, sirvió para saber que valíamos para algo. Pero lo esencial fue la unión y la fe, sin eso no seríamos nada", dijo.

"La cocina para muchos es un escape, primero que es una salida laboral, que es muy codiciada. Mis hijas tuvieron restaurante y considero que es lo más esclavo que existe y lo más ingrato también. Los restaurantes hoy te dan plata, pero te exigen mucho, es un rubro muy difícil y competitivo. Mis comienzos fueron en el año 1976, alrededor de 30 años y todavía no termino. Hace 2 años iba al departamento de Zonda, a la iglesia por un convenio que hizo la UNSJ y la municipalidad del departamento para sacar a niñas de situaciones difíciles. Allí di cursos como ecónoma y enseñé a cocinar, además de donar los platos que preparaba para los cursos que daba. Fue una forma de hacer solidaridad, que me encanta y a su vez poder seguir enseñando"