El juez federal Claudio Bonadio, quien tenía a su cargo causas emblemáticas sobre corrupción e investigaba a la exmandataria y actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, murió ayer a los 64 años.
Bonadio falleció en su casa del barrio de Belgrano (ciudad de Buenos Aires), a raíz de un tumor cerebral y mientras estaba de licencia en los tribunales porteños de Retiro.
El juez había sido intervenido quirúrgicamente en mayo pasado y una semana después reanudó su trabajo hasta fines de diciembre, cuando decidió tomarse un mes de vacaciones y luego decidió solicitar una licencia compensatoria hasta el 1 de marzo, precisaron desde la secretaría del Juzgado Federal 11, que encabezaba el magistrado.
Bonadio estuvo a cargo del juzgado federal 11 porteño durante 26 años, desde que fue nombrado en 1994 por decreto en la presidencia del peronista Carlos Menem.
Divorciado y con un hijo músico, el magistrado llegó al fuero federal de la ciudad de Buenos Aires, con actual sede en Comodoro Py 2002, pese a que se le había aprobado el pliego para ser nombrado juez federal en Morón en 1993.
Nacido el 1 de febrero de 1956 en el partido bonaerense de San Martín, estudió abogacía en la Universidad de Buenos Aires y se recibió a los 32 años.
En el menemismo fue asesor del exministro del Interior Carlos Corach y, luego, asumió como subsecretario Legal y Técnico de la Presidencia, cargo que ejerció desde 1992 hasta que asumió en su juzgado del cuarto piso de Comodoro Py.
Bonadio fue, en febrero 2016, el primero en citar a declarar a la viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), apenas dos meses después de que dejara la presidencia, por presuntas irregularidades en los contratos de futuros de dólar.
El fallecido magistrado llevaba causas de fuerte impacto político. Su estilo cosechó tanto críticas como elogios en un contexto en el que el Poder Judicial enfrenta el reto de independizarse.
Bonadio dedicó los últimos seis meses en su juzgado a acelerar las principales causas que tenía a su cargo, la mayoría contra Cristina. De hecho, en su último día como juez, el 30 de diciembre pasado, elevó a juicio la causa contra la vicepresidenta y empresarios por cartelización de la obra pública.
Bonadio llevó a juicio a Fernández de Kirchner, la procesó en siete oportunidades y le dictó varias prisiones preventivas con pedidos para que le quitaran los fueros parlamentarios.
El magistrado llevaba el caso conocido como "los cuadernos de la corrupción" sobre el supuesto pago de sobornos a exfuncionarios del Gobierno de Fernández de Kirchner y por el cual procesó a la actual vicepresidenta.
También tuvo a su cargo la causa que investigaba la firma de un memorándum de entendimiento con Irán, por la que la procesó por el supuesto delito de encubrimiento por el atentado a la AMIA.
El juez a su vez investigó a Máximo y Florencia Kirchner, hijos de Fernández y el fallecido expresidente Néstor Kirchner, como también llevó un tiempo la causa denominada "Los Sauces" para dilucidar si empresarios pagaron sobornos por la concesión de obras públicas a través del alquiler de propiedades a la sociedad inmobiliaria que es propiedad de la familia Kirchner.
El actual abogado de la vicepresidenta, Gregorio Dalbón, afirmó que se murió "una persona que le causó daño a la justicia". La coalición Juntos por el Cambio lamentó en un comunicado el fallecimiento de Bonadio. Cristina, que tildó de "sicario" a Bonadio, ayer no hizo comentarios sobre la muerte del juez.