Dolor en La Matanza. El sacerdote Basilicio Brítez, conocido como el padre Bachi y valorado por su trabajo pastoral en barrios de emergencia, murió este sábado luego de pasar más de dos meses internado a raíz de un cuadro crítico de coronavirus. Tenía 52 años.
“Todavía estamos shockeados por la noticia. Es la pérdida de un hermano”, lo despidió el padre Pepe, José María Di Paola, en diálogo con TN.com.ar.
Bachi, párroco de la iglesia San Roque González del barrio Almafuerte, en San Justo, dio una dura pelea contra el coronavirus. Había ingresado el 21 junio en la clínica San Camilo, en Caballito.
Durante su internación, el sacerdote recibió varias muestras de apoyo. Incluso el Papa Francisco lo llamó en más de una oportunidad para interiorizarse sobre su salud. El último contacto fue hace unos días, cuando el pontífice se comunicó con la religiosa a cargo de la clínica, la monja Catalina Osella, para acercarle su afecto a Bachi.
Anteriormente, Francisco había enviado a través de un video un mensaje de apoyo para los curas villeros que contrajeron coronavirus. Y se refirió especialmente a Bachi, a quien definió como “el pionero de Villa Palito”.
Basilicio Brítez nació en Villarrica, Paraguay, en 1968. Tenía 3 años cuando llegó a la Argentina con su familia y se instalaron en barrios populares: primero en Belgrano y, finalmente, en Villa Palito, San Justo.
“Bachi era villero de verdad. Tenía un corazón enorme. Su trabajo era imprescindible”, describió el padre Pepe a este medio. Y agregó: “Tenía diabetes y otras complicaciones en su salud, pero las sobrellevaba bien. El Covid lo detonó”.
Di Paola misionaba junto a Bachi en la Familia Grande Hogar de Cristo, cuyo fin es ayudar a personas en situación de vulnerabilidad social y con problemas de adicciones. Este sábado, a las 19, el padre Pepe brindará una misa en memoria de Bachi. Podrá seguirse a través de Youtube.
Fuente: TN