Este jueves, Miguel Porras (54) no pudo luchar más y falleció en el Hospital Marcial Quiroga luego de que se le quemara el 90% de su cuerpo por quedarse dormido con cigarrillo encendido en una humilde vivienda de Rawson.

 

Porras había estado bebiendo alcohol el pasado domingo en un asado que compartió al mediodía con unos amigos y, entrada la noche emprendió la vuelta en bicicleta a su vivienda de la Villa Arce. Según el relato de los vecinos, para cortar camino se metió por una finca ubicada en callejón Quintana entre calles San Miguel y Meglioli.

 

Nadie sabe si quiso acostarse a descansar o si el propio estado de ebriedad lo llevó a desplomarse junto a una vieja pieza de adobe sin techo. Lo cierto es que recién a las 23.30 lo vieron unos efectivos de la seccional 25ta, en una situación más que desesperante: corría por el callejón Quintana hacia el Este, estaba desnudo (sólo tenía puestas las zapatillas y un cinto) y pedía ayuda a gritos porque tenía todo el cuerpo quemado, indicaron voceros policiales.

Los uniformados, casi sin salir del asombro, lo auxiliaron y lograron que llegue con vida al Hospital Marcial Quiroga. Según los pesquisas, todo indica que el mismo Porras inició el fuego al prender un cigarrillo. Y después se habría quedado dormido y eso casi se transformó en una desgracia fatal cuando su ropa agarró fuego, dijeron desde la Policía.

El hombre sufrió quemaduras de grado B (profundas, con lesión de todas las capas de la piel) en casi la totalidad del cuerpo, pues su cara solamente no fue afectada, informaron desde el Marcial Quiroga. Tras permancer cuatro días en Terapia Intensiva, su estado de salud se agravó y murió este jueves.