En el ripio de la calle Kenedy, a simple vista, no había huellas de una frenada brusca. Y todo indica que el conductor del Renault Megane perdió el control por alguna causa hasta ayer desconocida, se cruzó de carril y por poco no le arranca por completo la mora a un vecino en la Villa Santa Bárbara, en Las Lomitas, Albardón. El chofer iba con una amiga y terminó literalmente colgando por la ventanilla del acompañante de su auto, con sus piernas sobre las faldas de la mujer. Agonizó unos minutos y perdió la vida, porque no llevaba puesto su cinturón de seguridad y el airbag no se activó tras el tremendo impacto. La mujer se salvó porque con ella sí funcionó la bolsa de aire, dijeron en la Policía. Todo pasó minutos después de las 2 de ayer.
 

La víctima fue identificada como Arturo Germán Mercado. Su familia y sus amigos le decían "El Chato". Tenía 38 años, una esposa, cuatro hijos y era un hombre de trabajo: desde chico empezó a tener empleo en la sede albardonera de la firma "Lomas del Sol" (especializada en pasas), donde había llegado a ser encargado, dijeron ayer sus familiares y fuentes policiales.

Arturo Mercado (derecha) tenía cuatro hijos. El mayor, arriba, ayer lloraba la terrible pérdida.

Antes del siniestro, Mercado había estado en la casa de una amiga y una hermana de la mujer en el barrio Recabarren. En la Policía no descartaban que en esa reunión hubieran consumido alcohol.

En un momento, la hermana de la dueña de casa se fue caminando y momentos después la amiga de Mercado, de apellido González, le pidió que fueran en su auto para alcanzar y cargar hasta su casa de la Villa Santa Bárbara a su hermana, y luego pasar hasta la Villa Evita a buscar a su nieta, pues tenía que cuidarla, indicaron fuentes policiales.

Destrozada y casi arrancada de cuajo quedó la mora en la que se estrelló Mercado con su Renault Megane. Al parecer, no hubo frenadas previas antes del tremendo impacto.

Fue en ese trámite que Mercado recorrió calle La Laja hacia Sur, dobló por Kenedy al Oeste y medio kilómetro después terminó estrellado contra un árbol, una mora a la que casi arrancó de cuajo. Cuando la polvareda cesó, el escenario no era el más óptimo para ese conductor, que perdió la vida minutos después mientras esperaban el auxilio de una ambulancia, dijeron.

En la Policía creían que la causa del siniestro pudo ser una falla humana.