Esta noche, mientras el público televisivo tenía su atención puesta en el debut del Cantando 2020, una noticia impactó de lleno en el mundo de la farándula. Falleció La Floppy, a los 31 años de edad, la mejor amiga de Lizy Tagliani, quien se hizo un lugar en el ambiente de la mano de la conductora de Telefe.
Simpática, divertida y muy talentosa, de la mano de Lizy, La Floppy se ganó su lugar delante de las cámaras en El precio justo, el ciclo que tuvo que ser levantado a mediados de junio luego de una serie de casos de COVID-19 positivos.
Fue La Floppy precisamente una de las personas que contrajo la enfermedad, aunque se supo que ya había terminado de cursar la enfermedad y le habían dado de alta. Según trascendió, el motivo de su deceso habría sido un diagnóstico reciente de leucemia.
Lizy y La Floppy, cuyo nombre real era Fabián Peloc, se conocieron en un boliche de Adrogué a mediados de 2012, mucho antes de que la fama golpeara la puerta de la conductora. Desde ese día se hicieron íntimas y se apoyaron mutuamente en el camino que recorrió la actriz hasta la popularidad.
En silencio, ella se encargaba de todos los detalles vinculados al look de Lizy, desde su maquillaje hasta su vestuario, pero también la asesoraba en cuestiones artísticas. "Era su mano derecha", coinciden todos los que conocían la relación que había entre ellas.
También se dio el gusto de explorar sus condiciones sobre el escenario en un infantil protagonizado por Lourdes Sánchez, y participaba de los unipersonales de Lizy. "Estoy en un momento de mi vida muy lindo, trabajando a full con Lizy y yendo a hacer el programa todos los días con ella", contaba en cada reportaje desde que comenzó en El precio justo con su amiga.
"El día que nos conocimos fue gracias a un amigo en común que nos presentó, en un boliche de Adrogué donde se festejaba un aniversario. Yo había ido vestido de rojo con lentejuelas, una galera enorme y todo maquillado. ¡Imaginate las cosas que me dijo Lizy! ¡Me trató desde matafuegos hasta Papa Noel!", contó La Floppy el año pasado en un reportaje con la revista Pronto.
El origen de su sobrenombre fue porque hace unos años se cortó el flequillo de una manera muy similar al que usaba Florencia Torrente. Y en ese momento Lizy había copiado el look de su mamá, Araceli González. "Ay, vos sos la Floppy y yo soy Araceli", le dijo Lizy entre risas. Y quedó.