A sus 89 años su salud era débil, la que se vio complicada el último domingo al mediodía producto de una neumonía grave, por lo que su familia había decidido internarla. Ya en la clínica, el pronóstico no fue el mejor y el mensaje fue comunicado a sus más allegados. Por eso ayer, minutos después de las 14, Ivelise Falcioni dio su último suspiro rodeada de sus seres queridos. Con su partida se fue el reflejo del apoyo incondicional y el soporte clave del último caudillo bloquista, Don Leopoldo Bravo. Además partió una referente de la participación de la mujer en la política, con una tarea que no le fue fácil en un contexto dominado por hombres.
Doña Ivelise fue el puntal de una de las familias más políticas de la provincia, pero además, en materia institucional, siendo abogada, obtuvo cargos clave, ya que fue diputada nacional, jefa de asesores en el Ministerio del Interior, directora de la Casa de San Juan en Buenos Aires y candidata a senadora, entre otros (Ver perfil).
Su vida pública estuvo ligada a la revalorización de la figura de la mujer, al punto de que creó la liga de amas de casa en la provincia y fundó la “Casa de la mujer bloquista”. Toda su obra, familiar y política, quedó plasmada en un libro de su autoría que lleva un título que la refleja tal cual fue: “Memorias de la Mujer del último Caudillo Sanjuanino”. Allí logró reflejar como una joven bonaerense llegó a San Juan acompañando a sus padres, como conoció a Don Leopoldo, sus viajes a Rusia y las críticas que le aportó a la conducción del bloquismo de Wbaldino Acosta.
Uno de sus últimos anhelos fue ver el partido de la estrella unido, sueño por el que trabajó cuando cumplió los 85 años, en noviembre de 2015. En esa oportunidad quiso juntar a la actual presidente del partido Graciela Caselles y a los integrantes del bloquismo disidente, sus hijos Juan Domingo y Alejandro Quinto, y Enrique Conti. A pesar de los esfuerzos de la dirigente, la unión no se pudo lograr.
Las diferencias entre ambos sectores se debe al acuerdo electoral entre el partido bloquista y el justicialismo, alianza que nunca tuvo la bendición de Ivelise, al punto que la criticó en varias oportunidades.
Tras el desenlace, su familia decidió velar sus restos en la Cochería San José, mientras que el sepelio será hoy a las 11, en el mausoleo que la familia Bravo tiene en el Cementerio de la Capital.
Anoche, Ivelise era despedida con mucho dolor y lágrimas, pero sus allegados y quienes se acercaron a despedirse lo hacían con la convicción de que la mujer del caudillo tuvo una vida intensa, admirable y que a pesar de ser la compañera de un dirigente como Leopoldo Bravo, nunca dejó de lado su familia y el cuidado de sus hijos.
JUAN DOMINGO BRAVO
“Va ser un dolor muy grande ir a la casa de calle Mitre, donde vivió toda su vida y nosotros nos criamos. Tuvimos la chance de poder estar con ella desde el domingo en su casa y luego en la clínica cuando los médicos nos dijeron que estaba muy complicada de sus pulmones. Por suerte nos pudimos despedir”.
ALEJANDRO QUINTO BRAVO
“Fue una precursora de lo que hoy pelean las mujeres, que es más espacio dentro de la política. Ella lo venía haciendo hace más de 50 o 60 años. Ivelise fue una compañera incondicional de Don Leopoldo, desde lo familiar criando a sus hijos y desde el punto de vista político”.