"¿Tenés un cigarro?", habría preguntado uno de los dos hermanos Flores cuando se toparon con su excuñado Juan Manuel "Jino" Brizuela Díaz (23) casi al llegar a un kiosco en la manzana E del Lote Hogar 30, en La Bebida, Rivadavia. Eran casi las 5 de la mañana y cuando respondió que no tenía, la reacción fue imprevista: "Qué, ¿te vas a poner la gorra por un cigarro?", le habría dicho el mismo sujeto antes de tumbarlo de un empujón. Según la familia Brizuela Díaz, cuando estaba en el piso lo atacaron a patadas y cuando pudo ponerse de pie, sufrió lo peor: un letal puntazo debajo del omóplato izquierdo, que le dañó órganos vitales y decretó su fin. En esa confusa y violenta situación, un amigo de la víctima, un chico de 15 años, casi corre la misma suerte: le atravesaron el hombro derecho con otro cuchillazo, dijeron familiares de las víctimas.
Ese chico y un hermano de 13 años del fallecido vieron cómo Abel Carlos Flores asestó el letal puntazo y también cómo hirió al otro menor, dijeron.
¿Por qué el ataque? Los parientes de la víctima aseguran que, si bien tenían diferencias, nunca hubo peleas entre Juan Manuel y sus atacantes. Con una de las hermanas de los Flores, el fallecido tuvo dos hijos: una nena de 6 años y un varón de 4. En la Policía en cambio sostienen que ya tenían "broncas de antes".
Al cierre de esta edición, Abel Flores y su hermano Leonardo estaban prófugos, en cambio su primo Fernando Oscar "Negrito" Flores había sido detenido por policías del Comando Sur y la comisaría 34ta.
Ayer, el juez Alberto Benito Ortiz y su secretaria Patricia Katuchin (Primer Juzgado de Instrucción) dirigieron la investigación en el lugar del hecho. Y decidieron que el caso pase a Homicidios.
Paralelamente, un grupo de conocidos de la víctima apedrearon la casa del supuesto homicida en el barrio Los Penitentes (su familia se mudó) y hubo que poner custodia policial para que no la quemaran.
"Que se haga justicia, a mi hermano lo atacaron por la espalda y no lo dejaron defenderse", dijo Belén, hermana del fallecido.