El periodismo sanjuanino despide hoy a un enorme referente de este oficio, Ricardo Olivera. La pandemia que se llevó la vida de miles de personas también fue implacable con uno de esos profesionales que marcaron, de puño y letra o con su palabra frente a un micrófono, un estilo de hacer periodismo en la provincia. El Covid-19 complicó su salud justo cuando estaba disfrutando de sus vacaciones  con su familia en un lugar que quería mucho como Mar del Plata.

Como era habitual cada domingo o cuando la ocasión lo requiriera, regó las páginas de DIARIO DE CUYO con su análisis de los temas de coyuntura, con una particular forma en la que el contexto enriquecía la prosa y ayudaba al lector a entender los escenarios, a veces tan complejos en este país.

Dueño de una voz inconfundible, pausada pero firme, encontró en la radio su expertís para comunicar. El "Negro", como cariñosamente lo llamaban quienes lo trataban con mayor confianza, nació en Villa Krause un 7 de septiembre de 1951. Y el periodismo fue una pasión que encontró luego de incursionar por otras facetas ya que estudió ingeniería en Minas y Filosofía. 

Sus primeros pasos los dio en Radio Nacional, siendo muy jovencito, lugar que lo cobijó durante 46 años. En el medio, fue nombre rutilante de emisoras como Sarmiento y Colón, corresponsal de algunos medios de la provincia de Mendoza y de Ámbito, haciendo gala de su forma de contar las vicisitudes económicas y cotidianas. También hizo televisión, con singular éxito, siempre manteniendo ese estilo correcto.

Y más acá en el tiempo, su paso por Radio Light y, su último “hijo”, Radio Concepto, una creación que tuvo como cimientos precisamente a sus hijos, esos que lo acompañaron como firmes laderos.

Fue también un hombre amante de la música y del deporte -fanático de la Fórmula 1-, temas que siempre ponía sobre la mesa de discusión abriendo el debate con los oyentes o dentro del seno familiar

Ricardo estaba casado con Laura Beatriz García, fue el jefe de una familia conformada por sus 4 hijos, Sebastián, Juan Facundo, Julián y Lisandro, dos de ellos ligados estrechamente al periodismo y quienes, sin duda, dejarán en alto el apellido Olivera.