Por Rosendo Elizondo

 

La imagen de Cristo en un basural vallisto es mudo testigo de un efecto impensado: silencio. Sí, un silencio sepulcral de parte de las autoridades policiales, municipales, eclesiásticas e inclusive de parte de la comunidad, que sólo por medio de las redes sociales, expresaron su opinión al respecto. La imagen se cayó del lugar en que estaba colocada ya hace varios días, pero ese hecho no quedó así, sino que, manos anónimas la desecharon como basura en un baldío que está detrás del matadero municipal. Hasta ahora no se sabe si la imagen fue depositada en un basural por algunos vecinos o quizás trabajadores municipales la dejaron ahí para retirarla luego. No se sabe nada.

Como creyente en la fe católica, quiero expresar mi más enérgico repudio a este hecho. No porque una imagen, supuestamente, se haya caído, vamos a dejar que se arroje a la basura como si fuera cualquier cosa. Se trata hasta de un patrimonio cultural y religioso de Valle Fértil que es muy cara a los sentimientos y fe religiosa que tenemos. Es por eso que llamamos a la reflexión a las autoridades de las instituciones mencionadas a que se hagan cargo de la investigación sobre lo acontecido, como de la restauración de esa imagen que se debe colocar en ese mismo lugar de donde, reitero, supuestamente se cayó.

 

Cabe acotar y como información para el resto de mis comprovincianos, que esta imagen denominada, “Cristo del Valle”, estaba colocada sobre un cerro, al costado de la ruta que va camino al dique San Agustín, en Valle Fértil. Fue realizada por un artesano chileno, Luis Javín Sissara, que esculpió imágenes similares y las colocó en La Rioja y en el Norte y el Sur del país.

El gran Cristo, de 7 metros de alto, tiene la particularidad de estar tallado en una sola pieza, sobre un aguaribay que el artista encontró en Astica. A la vez, estaba montado sobre una cruz de eucalipto de 14 metros de alto. Todo esto le daba un toque muy local ya que se utilizó madera de árboles de esa zona.