De los 89.651 km2 de superficie que tiene la provincia de San Juan, el 80% está ocupado por montañas, lo que quiere decir que el espacio disponible para que la gente pueda vivir no son más que alrededor de 21.000 km2 que corresponden a los valles y oasis que se distribuyen a lo largo y ancho de la provincia. Precisamente, son estos espacios en los que hay que fomentar trabajos de forestación, parquización y cultivos de manera que las superficies verdes se incremente generando mejores condiciones de vida para las distintas poblaciones.

Más allá de los programas de forestación que se vienen llevando a cabo sistemáticamente; trabajos de parquización monumentales como el de la Avenida de Circunvalación o la mejora de algunas plazas por parte de los municipios, en la última década San Juan fue perdiendo progresivamente superficie verde ya sea a través de las talas masivas, como las realizadas en los departamentos cordilleranos de Calingasta e Iglesia; la falta de conservación de los sistemas de riego o, simplemente, por la falta de mantenimiento de espacios verdes a consecuencia de recortes presupuestarios en el ámbito provincial o municipal.

La construcción de algunas obras públicas o emprendimientos privados también han incidido en esa reducción de la superficie verde, como realización de algunas vías rápidas en varias zonas del Gran San Juan que obligaron a erradicar numerosos ejemplares arbóreos, como también ocurrió en la obra de una estación de servicio que está en plena ejecución sobre un costado de la Ruta 20, en la localidad de Las Chacritas, en 9 de Julio. En cada uno de esos casos la permisividad oficial permitió que se atentara contra añosos árboles sin tener en cuenta el impacto ambiental que esas erradicaciones provocan.

El oasis del Valle de Tulum, donde se localiza el 60% de la población sanjuanina, es el área que merece la mayor atención en el tema de evitar el avance del desierto y ampliar las superficies verdes. En esta tarea todo cuenta, desde parquizar terrenos baldíos, mejorar el estado de las plazas y espacios verdes, hasta parquizar los espacios que hay a las orillas de las rutas o entre las veredas y las acequias en barrios que disponen de ese espacio conforme a su diseño de construcción. Lógicamente hay que tener en cuenta la disponibilidad del recurso hídrico necesario para asegurar estas obras, especialmente en esta época en que el agua está escaseando, para no fracasar en el objetivo propuesto.

Los casi 700.000 habitantes que tiene actualmente la provincia de San Juan necesitan contar en los valles en los que vive esta población con mejores condiciones ambientales y promoviendo el verde es una de las formas de lograrlo.