Hace algunos días, un lector escribió una carta a DIARIO DE CUYO, advirtiendo sobre la temporada de viento Zonda y la necesidad de prevenir para evitar pérdidas por daños en fincas, campos y viviendas, como así también con las caídas de árboles, postes de tendido eléctrico y demás daños que suelen producirse por estos fenómenos. Pues bien, el pasado domingo fue trágico para muchas familias sanjuaninas y emprendedores que con tanto sacrificio invierten para poder trabajar en un contexto económico difícil del país. Ante esta situación que se arrastra desde hace décadas, ya es hora de que se tomen medidas concretas y se trabaje seriamente para evitar estos siniestros. Es cierto que a causa del calor y la fricción de pasturas secas, pueden producirse incendio de pastizales. Pero también es verdad que muchas personas negligentes encienden fuego para limpiar los campos de malezas y así evitar el trabajo de cortarlo para evitar la "fatiga”. En estos casos se deberían modificar las leyes de Faltas o bien hacer que estas acciones pasen al fuero Penal para que se pague con cárcel este delito que atenta contra la vida de personas, animales, plantas como también de bienes y contra el medio ambiente en general. Además de esto, se hace necesario inspecciones permanentes del arbolado público y postes de tendido eléctrico y un manual con campaña incluida, para que todos los habitantes de la provincia sepan qué hacer ante eventuales siniestros provocados por la naturaleza.
En este ocasión fue el viento Zonda. Pero también pueden ser sismos, tormentas eléctricas o lluvias que inundan todo y que luego de acontecido el daño, se suele pedir solidaridad, porque no hay prevención que se muestre efectiva.
Es de esperar que, tanto las autoridades provinciales, municipales como ONG’s e instituciones defensoras del medio ambiente, articulen estrategias en conjunto para que toda la población tenga protocolos con los cuales regirse ante estas catástrofes.