Datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) correspondientes al tercer trimestre del año pasado, dan cuenta de que en el país por cada 10 puestos de trabajo del sector privado, 4 no están registrados. Se trata de un fenómeno que el gobierno ha intentado revertir con medidas provisorias, en tanto logra imponer la Reforma Laboral, que contempla entre otros puntos un plan de regularización de empleados en negro, con condonación de deuda para los empleadores que adhieran al sistema. Se considera que esta norma puede ser la solución definitiva a una situación que persiste desde hace tiempo y a la que se le ha buscado distintas soluciones sin encontrar una salida adecuada, por tratarse de un problema coyuntural que siempre ha estado alentado por la realidad económica y social del país.
El informe del Indec es determinante y refleja la gravedad de la situación cuando señala que suman casi 5 millones los puestos de trabajo de la actividad privada no registrados, y que hay un 72% de empleos del sector Servicio doméstico en esa condición, representando el porcentaje más alto por actividad. El segundo lugar lo ocupa el sector agropecuario (agricultura, ganadería, y caza), con un 66% de empleos no registrados y en tercer lugar está la Construcción, con el 53 por ciento.
Los intentos por regularizar esta situación incluyeron en el año 2013 créditos productivos para mejorar la competitividad de las empresas; en 2014, la ley de Promoción del Trabajo Registrado y Prevención del Fraude Laboral; y en 2016, un sistema para reducir las indemnizaciones, para evitar los reclamos de los trabajadores en negro. Más allá de la actitud de algunos empleadores, el Ministerio de Trabajo considera que actualmente hay muchos empleados que eligen no estar en blanco para luego hacer juicio al empleador.
Un capítulo aparte merece el análisis de la situación laboral dentro del Estado, en el que el trabajo en negro está representado por la gran cantidad de variantes de contrataciones, planes sociales y afectaciones laborales, con más de 65.000 personas sólo a nivel nacional, que también es informalidad laboral.
La Reforma Laboral, ya sea en forma íntegra o en “cuotas”, como parece que planea implementar el Gobierno, es la única alternativa para regularizar este desfasaje laboral que a ninguna economía seria le conviene.
