Si bien todo está sujeto al comportamiento que tendrá la pandemia del covid-19 en el segundo semestre de este año, las autoridades actuales y las que puedan surgir de las elecciones que se acaban de realizar en esta casa de estudios y que tendrán una segunda vuelta el próximo 1 de julio, tienen en claro que después de que finalice el receso de invierno deberán definir qué grado de presencialidad tendrá la Universidad tanto en las carreras de grado que se están dictando actualmente como en los colegios preuniversitarios que dependen de la institución. 

La necesidad de que la UNSJ alcance un mayor grado de presencialidad está dada en que el año pasado la experiencia de la educación virtual no resultó muy favorable, por una serie de factores que incidieron negativamente en los resultados finales. En un principio se creyó que la universidad era el ámbito en el que la virtualidad se pondría de manifiesto en toda su dimensión, pero resultó que no fue así por problemas de conectividad, carencia de los estudiantes de recursos tecnológicos apropiados, falta de capacitación de los docentes en informática y por otros inconvenientes suscitados al promover la no asistencia a clases en forma presencial a cambio de clases online, todo esto dentro de los protocolos anticovid dispuestos para evitar la propagación del virus. 

Según trascendió, la intensión de la UNSJ es promover una mayor presencialidad en todos los ámbitos, pero para ello tiene que haber un acuerdo entre todos los estamentos que forman parte de la Universidad, los padres y las organizaciones sindicales de las distintas áreas que conviven dentro de este ámbito. También es necesario conocer cuál es el camino a seguir por las autoridades educativas de la provincia de San Juan ya que desde un principio la universidad, a pesar de ser autónoma, se ajusta a lo que el Ministerio de Educación de la provincia disponga en materia de presencialidad. 

Hasta ahora la UNSJ ha estado cumpliendo con el régimen de "presencialidad cuidada" vigente para todo el ámbito educativo provincial, pero sus nuevas autoridades deberán tomar una decisión que lleve a mejorar las condiciones del dictado de clases.

Se desconoce como se presentará el panorama sanitario para el segundo semestres del año, pero es deber de las autoridades universitarias tener todo preparado para la regularización de las actividades. Volver a las clases presenciales es una necesidad que se plantea como impostergable y en la que se debe comenzar a trabajar de inmediato, inclusive antes del comienzo del receso de invierno previsto para el próximo lunes 5 de julio, de manera que cuando se regrese a clases la presencialidad ya esté planteada definitivamente.