Pierluigi Collina, aquel árbitro "pelado" italiano que supo dirigir una final del mundo y que hoy por hoy es director del Comité Arbitral de la FIFA, había dicho de Néstor Pitana que "es una roca. Los jugadores ni se le animan a discutirle algo…". Y ayer, el argentino, parece haberlo demostrado. Porque Pitana, el árbitro que ayer dirigió el primer partido del Mundial de fútbol Rusia 2018, se mostró con personalidad y firmeza haciendo valer su corpulenta figura.
El misionero, vestido completamente de negro, fue el más grandote de los 23 que pisaron el césped del Estadio Luzhniki, incluso más alto que los propios rusos. Y se mostró con una llamativa autoridad y de decisiones seguras.
No quedan dudas que este juez, al que secundaron los también argentinos Juan Pablo Belatti y Hernán Maidana por las líneas, logró un aprobado en todas las pruebas. Llevó a cabo una actuación sin errores y, a pesar de que el encuentro fue chato y no le demandó demasiado trabajo, no tuvo inconvenientes fuera de contexto. Y eso que tuvo varios debuts para facilitar su trabajo: El VAR por un lado y el reloj inteligente que llevó (ver infografía), algo que harán todos los árbitros en este Mundial.
La primera intervención ampulosa -quizá la única- de Pitana fue a los 14′ cuando pidió asistencia para Alan Dzagoeu, el buen jugador ruso que debió salir lesionado de la cancha. A los 20′ llegó el primer reto a un ruso y un árabe. ¿En qué les habló? En inglés, tal cual lo harán todos los árbitros en este Mundial.
La única duda que pudo haber quedado se dio a los 34′ cuando Salem Al-Dawsari cayó en el área local luego de un aparente contacto de Yuri Gazinskiy. El juez, de frente a la jugada, hizo señas de "casual", por lo cual no hubo penal. Tampoco VAR.
¿Los goles? Nada que objetar, como el dominio de los rusos. Es que al misionero de 42 años lo ayudó la supremacía del local para tener una buena jornada en la que recién sacó una tarjeta amarilla a tres minutos del final, tras una infracción del ruso Aleksandr Golovin.
Los líneas Belatti y Maidana también concretaron un buen trabajo. El primero tuvo una mala y una buena en la etapa inicial, al no señalar y sí hacerlo dos offsides.