Pese a la superlativa presencia y actuación de Cristiano Ronaldo, la selección portuguesa aún no había podido conseguir el boleto a los octavos de final. Su oponente era Irán, que había vencido a Marruecos en la primera fecha y así llegaba con chances de pasar de ronda.
Pese a que la primera etapa no fue del todo bien jugada, Portugal hizo lo que mejor le sale: pegar en el momento justo. Esta vez no fue su gran figura Cristiano Ronaldo, sino que apareció Qauresma, quien resolvió y venció al arquero con un disparo a tres dedos que dejó sin reacción al arquero iraní.
No obstante, el complemento tuvo de todo y al VAR, una vez más, como protagonista. Primero por un penal a favor de los portugueses que Ronaldo no pudo convertir; luego con una falta polémica de la figura del Real Madrid, que el árbitro Enrique Cáceres decidió finalmente sólo amonestarlo; mientras que también el empate de Irán provino de la tecnología tras una mano en el área de Portugal.
Con todos estos condimentos, el conjunto iraní tuvo una muy clara oportunidad en un final infartante: Mehdi Taremi se lo perdió increíblemente lo que podría haber sido el gol de la clasificación. No obstante, el remate se fue apenas desviado y Portugal celebró su pase a octavos de final, donde enfrentará a Uruguay, el sábado a partir de las 15 en Sochi.