Sin consuelo. Martín Perelman ya marró el penal que determinó la eliminación de Sportivo en esta temporada y lo contienen varios compañeros. Los jugadores de Gimnasia se abrazan más atrás y desatan su alegría. El víbora le puso punto final a una campaña que terminó teniendo sabor a fracaso.

 

“Ni el tiro del final te va a salir”. Última oración del tango “Desencuentro” que por añejo (fue creado en 1962) no pierde su vigencia y bien vale traerlo a la actualidad para marcar el capítulo de cierre de la temporada para Desamparados en el Federal A. Con el penal que marró acaso uno de sus tres mejores jugadores de la campaña, el arquero y capitán anoche Martín Perelman, se acabó ese sueño llamado ascenso. En esta 2017-18 que empezó buscando subir de categoría y que concluyó muy lejos de ese sueño, con Raúl Antuña hace ya cinco partidos fuera del banco de suplentes y teniendo en Víctor Andrada el conductor de este tramo final. Sportivo quedó afuera anoche, pero su eliminación se explica en un derrotero de situaciones que no supo resolver mucho tiempo atrás. Tuvo su pico de rendimiento en el cierre de la primera fase, pero luego se desmoronó a partir de la zona en que buscó luchar por el primer ascenso. Ahí el Purruco dejó su cargo y con Andrada en la conducción se hizo lo que se pudo. El punto final llegó anoche en el Serpentario tras el 1-0 en los 90″ ante Gimnasia y Tiro de Salta que estiró la serie hasta los penales, pues en el Norte el resultado fue idéntico aunque para los dirigidos por Víctor Riggio. En una definición plagada de errores (se fallaron cinco penales en total), la “injusticia” que suele existir en el fútbol hizo que Perelman fuera el protagonista de la última imagen. De una inmensa postal de tristeza luego que el capitán tirara su derechazo demasiado alto y entonces fuera el momento de tomarse el rostro. De buscar “meterse” en el césped del campo de juego y golpear con toda su rabia el palo izquierdo del arco que tan bien defendió en este último tiempo.

 

Para Desamparados ahora vendrá un receso de casi cuatro meses a nivel nacional.

El sonido de ambiente fue más bien de aprobación para un equipo que hasta el más fanático de Desamparados se dio cuenta que no estaba para mucho más que esto. La misión ascenso hacía rato que empezaba a sonar como utópica. Un dato: anoche Sportivo no tenía delanteros suplentes en el banco. No por decisión táctica, sino porque no había ninguno disponible ante las lesiones de Martinena y González. Se la jugó con lo que tuvo a mano y le alcanzó para ganarle a un Lobo que hace del orden su premisa. Este Gimnasia no tiene luces ni mucho menos, pero es un equipo a la medida de lo que era el áspero Riggio en su época de pantalones cortos.

El cabezazo impecable de Agüero a los 3″ del complemento le dio la esperanza de encaminar la serie. Le faltó, como todo el certamen, volumen de juego y definición. Se llegó a eso mal llamado “lotería de los penales”. Y ahí, a Sportivo no le salió ni el tiro del final.

Claves

 

Anémico

Desamparados otra vez demostró su carencia para generar volumen de juego. Sin un futbolista encargado de esta misión, hizo lo que pudo de tres cuartos de cancha en adelante, basándose más que nada en el amor propio.

 

Sin definición

La falta de gol fue una falencia que tuvo Desamparados en toda la campaña, sólo “matizado” en la primera parte de ella cuando el Tecla Farías estaba encendido. Anoche, en un partido clave, otra vez le pasó factura.

 

Se desmoronó

Desamparados se debió jugar su boleto anoche sin atacantes en el banco de relevos, lo que habla de un plantel mal armado para tener como objetivo nada menos que el ascenso. Hubo lesiones, pero también fallas graves.