La definición de la última etapa muestra a Naranjo (camiseta a cuadros celestes y blancos) peleando a brazo partido el embalaje al mendocino Mauricio Páez (Diberbol) y detrás a su compañero, Tivani, festejando la victoria en la general luego de neutralizar una titánica tarea del equipo de Puertas de Cuyo.

 

El 18º Giro del Sol culminó ayer con la inobjetable victoria de Nicolás Narajo. El ciclista de la Agrupación Virgen de Fátima se quedó por tercer año consecutivo con la competencia que organiza la Fundación para el Progreso y lo hizo con una gran demostración de autoridad. A una victoria tan clara como sorprendente porque no es un especialista en la contrarreloj matutina le sumó un segundo puesto -escoltó al mendocino Mauricio Páez- en la etapa en línea vespertina que se definió ante una multitud en Chimbas.

El resultado matutino había consolidado al ciclista de La Bebida al frente de la clasificación general. Abrió una brecha de 25 segundos contra su principal adversario, Laureano Rosas, que parecían indescontables. Para los sabelotodos, esos que abundan en todos los ámbitos, la carrera estaba terminada. Pero, siempre hay un pero, quienes pensaban eso subestimaban en corazón de los ciclistas que siempre que largan una carrera lo hacen para ganarla.

Naranjo se convirtió en el primero en ganar tres veces el Giro: 2018, 2019 y 2020.

Y, así, como en las declaraciones matutinas Naranjo había exteriorizado su alegría por la buena crono, también hizo público su respeto por la calidad de sus rivales, destacando al equipo Puertas de Cuyo que al finalizar la contrarreloj tenía ubicados a cinco hombres entre los diez primeros, siendo Emiliano Ibarra (10mo a 1m05s) el más retrasado.

Con Rosas marcado por Naranjo, los tricolores de Puertas de Cuyo lanzaron un ataque tempranero que activó todas las alarmas piqueteras. Darío Díaz (cuarto a 34 segundos), Daniel Díaz (séptimo a 57) y, el ya mencionado, Ibarra, abrieron un hueco mientras transitaban por la Avenida Benavídez a la altura de Rastreador Calívar. Con su oficio y calidad fueron estirando ventajas hasta conseguir una diferencia que posicionaba al catamarqueño Darío Díaz como líder virtual. Cuando se realizó la primera meta volante frente al complejo Palmar del Lago llevaban 34 segundos de luz. Esa distancia se amplió a 50 segundos frente a la Municipalidad de Ullum y consiguió su máxima ventaja al coronar la meta de montaña en el paredón del Dique Punta Negra. Un pinchazo sufrido por Naranjo aumentó la angustia piquetera.

Desde allí quien se puso la carrera al hombro fue Nicolás Tivani, quien ordenó la persecución con el resto de sus compañeros y la ayuda de algunos hombres de otros equipos que perdían puestos de premio con el ataque de los tricolores. La distancia fue disminuyendo hasta esfumarse cuando restaban dos giros para el final. De allí en más todo fue a pedir de Naranjo a quien le alcanzó con escoltar al Páez en el esfuerzo supremo.