El ingeniero José Molina en su última visita a Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO.

 

"En agosto del 2017, estábamos expectantes por que los informes que llegaban del Hemisferio Norte confirmaban una caída histórica en la producción de uva en esos lugares. Empezábamos a percibir que el 2018 sería tan bueno o mejor que el 2016 y 2017.

¡Sólo se necesitaba planificar entre dirigentes y funcionarios, viñateros, bodegueros; para optimizar esfuerzos y tener una fantástica cosecha, con precios adecuados!

Lo loco fue que se hizo un extraordinario control de Lobessia. Por lo tanto, hubo más producción. No tuvimos prácticamente heladas, por lo tanto, más producción; muy poco granizo, buenos riegos, poca lluvia, excelente sanidad y calidad. Era seguro que el resultado es el que tenemos: mucha uva, mucho vino, falta pasa y más mosto.

Ahora sabíamos que el hemisferio norte iba a demandar blanco de blancas, que necesitaríamos pasas de uva en volumen, tintos genéricos de calidad, también la presión de los casi 100 millones de litros importados, que trasladan ese stock nacional al 2018.

Se nos respondía cuando preguntábamos el pronóstico de diciembre, "que no sirve". Pues señores, sí sirve, ¿y saben por qué? Porque San Juan tiene una historia de pronosticar cosechas de uva de mesa no en diciembre; antes, en noviembre con una precisión tremenda. Esto voltea cualquier argumento e investigación que no aparece. Respaldando esta investigación la decisión de no dar pronóstico. Apoyado en algunos referentes que tampoco estaban de acuerdo en no dar el pronóstico de diciembre.

El resultado, un caos: uvas sin semilla de pasa a bodega, uvas blancas a mosto, bodegas abriendo el 10 de enero; un acuerdo San Juan-Mendoza mejorándose y que se debe seguir adecuando a la realidad regional y no cumpliéndose en Mendoza.

Y los pronósticos que nos dieron a fines de febrero, San Juan llevaba 40 días con las bodegas moliendo. Estos serían muy acertados en un ‘rango’ de 1.900 a 2.300, resultado: totalmente erróneo.
Por lo tanto, a fines de mayo, con una incertidumbre tremenda, todavía negociando los industriales los precios de la uva y los productores desorientados y aterrados, por los vaivenes de la políticas macro de este país, inflación, dólar, Lebac y caída de consumo. Cuando en realidad podríamos estar exportando desde el mes de marzo. Y no hablo de la uva de mesa porque no tenemos competitividad fitosanitaria. Responsabilidad del Estado Nacional.

Importación de vinos 2017: resultado de hoy, 100 millones de litros de excedentes. El gobierno nacional tiene herramientas técnicas para aplicar coyunturalmente, que se podrían haber aplicado el año pasado, para neutralizar la importación de vinos.

Si todos, pero todos, sabíamos que si hacíamos bien las cosas con Lobessia y sin accidentes climáticos, equilibrábamos los volúmenes, ¿y ahora qué?

Basta de ‘power point’ y más ‘power people’ poder a la gente-. Escuchémosnos, tengamos más visón de estadistas. Dirigentes y funcionarios, estamos organizados, que no es poca cosa. Tenemos que ser más humildes y escuchar a los productores que caminan sus viñedos, a los bodegueros que fraccionan y caminan las góndolas.

Por último: quiero hacer un reconocimiento al doctor Oscar Gonzales Valverde. Un gigante, un señor, que con su experiencia, precisión me orientó para proponer una acción que sigo pensando y estoy profundamente convencido que pudo ser la medida acertada, modificando las unidades de colar hasta llegar a la nueva cosecha 2018.

No escuchar = no planificar = perdida de oportunidad. Por más plazas del vino, para promocionar nuestra Bebida Nacional, Contrarrestaremos los patios de la pinta".

Ing. agr. José "Catuco" Molina Usín – Pte. Cámara Vitícola de San Juan