Ya lo había expresado el viernes en su llegada a San Juan. Le dolió estar ausente el año anterior en el Cordillerano sanjuanino que a ella le sienta muy bien. Pero Victoria Chiappero vino a San Juan por la revancha y ayer se le dio. La amazona, oriunda de General Levalle, un pueblo bastante alejado de Córdoba Capital en el que sólo habitan 5 mil personas, manifestó una y otra vez el cariño que siente por esta provincia. Y mucho de eso tiene que ver con el carisma que ella misma transmite y que hace que todo el público sanjuanino siempre la apoye.
Mientras celebraba su triunfo con sus alumnos de su propia academia de hipismo, su padre se encargaba de decirle a los presentes “Somos de General Levalle y si bien el pueblo está en Córdoba, nos sentimos más queridos acá en San Juan que en Córdoba”, contaba haciendo referencia a la poca importancia que le dan a la disciplina en la capital cordobesa.
“Estoy muy feliz, muy emocionada. Disfruté mucho del concurso porque este Cordillerano significa mucho para mí. Me dolió no estar el año pasado pero volví y era éste el objetivo”, expresó la ganadora. Y no es para menos. La amazona estuvo preseleccionada hace un año para el equipo que iría a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, por eso su ausencia hace un año se debió a una gira por Europa. Allí le fue bien junto a “Solitario” pero por problemas de trámites, a los que ella misma todavía no le encuentra explicación, se quedó con las ganas de estar en Río.
Lo cierto es que ella llegó a San Juan como número puesto al título pero se encontró con binomios de gran nivel: “La concurrencia fue muchísimo mayor, hubo 35 participantes es un numero altísimo para ser un concurso del Interior. Tuve muy buenos rivales, no fue tan fácil como pensaba, hubo muy alto nivel y eso me pone mucho más feliz porque me hace pensar que estuve a la altura de la circunstancia”, manifestó.
Ya hablando de ese desempate final en el que tuvo como rival a Gonzalo González, la levallense expresó: “Cuando llega el desempate uno siempre piensa en eso, en que se puede escapar. Ahí es donde se tiene que dejar todo pero sin cometer errores. Cuando el otro participante estaba adentro yo estaba afuera preparando el último salto y no podía ver que estaba haciendo él, pero cuando entré y vi que llevaba cuatro faltas me dio un respiro. Me propuse disfrutar junto a “Solitario” y gracias a Dios se nos dio, estoy feliz”, contó quien descansará y en julio competirá en Córdoba.