El Gobierno nacional dejó sin efecto el beneficio de la devolución de 5 puntos de IVA en el pago con tarjetas de débito para compras menores a $1.000, al tiempo que dejó caer la rebaja del Impuesto Adicional de Emergencia al Tabaco del 21 al 7 por ciento, lo que derivó en un fuente aumento del precio de venta del atado de cigarrillos.
Con esta medida se espera compensar parcialmente el costo de la reforma en el Impuesto a las Ganancias y además aseguran que este beneficio no era determinante para que ‘la gente usara más la tarjeta de débito’. En este sentido, fuentes de la AFIP argumentaron que la implementación de este beneficio en 2001 fue para alentar la bancarización y que ese objetivo ya se había alcanzado y porque el costo fiscal proyectado para este año era elevado.
La suspensión de este beneficio se produce días después que el Banco Central (BCRA) decidiera incentivar los procesos de utilización de dinero electrónico y la bancarización y desalentar el uso de efectivo.
‘A la tarjeta de débito la gente la asocia ahora mucho más a las promociones que hacen los comercios para atraer clientes, que por la devolución del 5% de IVA‘, dijeron las fuentes.
Al ser consultado por los alcances de esta medida, el titular de la AFIP, Alberto Abad, señaló que ayer con el fin del reintegro del IVA el Estado dejará de resignar ‘unos 6.000 millones de pesos’ en concepto del pago de impuestos y que ese monto en la actualidad se podrá destinar ‘a los que más lo necesitan’ como la devolución del 15% por el uso de las tarjetas para jubilados que cobren la mínima, pensionados y a aquellos que perciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y por embarazo.
No obstante, la contradicción gubernamental es que ambos tributos convivían en la Ley de Presupuesto Nacional para este este año aprobada por el Congreso Nacional. Cuando fue sancionada la norma incluía además la devolución de 3 puntos de IVA para la compras con tarjeta de crédito, que fue eliminada en 2007.
Desde el ámbito privado, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió que esta decisión ‘desincentiva las operaciones formales, en un contexto donde el aumento de la venta ilegal continúa expandiéndose descontroladamente’. En ese marco, la entidad manifestó su ‘preocupación’ con la decisión ya que ‘cualquier reducción de incentivo al consumo resulta relevante teniendo en cuenta la caída de 12 meses consecutivos de las ventas minoristas, con una baja interanual promedio del 7%’.