El magnífico escenario que constituye el autódromo El Zonda y sus alrededores.

 

Los sanjuaninos estamos creciendo en materia de oferta turística. Estamos creando nuevos espacios como el autódromo del Villicum, que seguramente cada vez que hayan competencias generará un gran movimiento en materia en hotelera, gastronómica y de otros servicios que el turista consume.

Pero no por ello debemos olvidar los escenarios deportivos que tanto nos han ofrecido, como el autódromo El Zonda "Eduardo Copello”, el Club Mocoroa y otros tantos vinculados a la historia del deporte de San Juan, algunos de ellos postergados en cuanto a su mantenimiento y conservación.

De estos sitios que no hay que olvidar, el autódromo El Zonda cuenta con una rica historia que conozco en particular por haber acompañado a mi esposo en los primeros años después de su inauguración, cuando era parte de la Comisión Técnica de la Asociación Sanjuanina de Volantes (ASV).

La denominación de El Zonda-Eduardo Copello se debe a que está ubicado en las Sierras de Zonda y por el gran corredor sanjuanino Eduardo Copello. El promotor de la obra fue el Gobierno de la provincia, a través de Vialidad Provincial, en base a un proyecto de los ingenieros Romano Petrini y Alberto Olivera. Su construcción comenzó en 1966 y fue terminada e inaugurada el 8 de octubre de 1967. El año pasado cumplió los 50 años.

Su destino principal fueron las competencias automovilísticas, pero además allí se realizaron eventos como los espectáculos finales de varias ediciones de la Fiesta del Sol, que todos disfrutamos por su organización y por la belleza del lugar elegido.

Para llegar a El Zonda se debe ingresar por el Parque Federico Cantoni, un lugar donde encontramos atractivos como el "Escudo Nacional” realizado con plantas y arbustos; el "Jardín de los poetas”, que forma parte del Patrimonio Cultural y Natural de la provincia conforme al alcance de la Ley Provincial Nº 571-F. 

Además, continuando por dicho espacio hay un sitio de esparcimiento familiar dominguero que se complementa con las sierras y con algunos atractivos como el sismógrafo Volponi, que es un sitio interesante para visitar.

Pasando el autódromo, por la misma ruta se llega a un sector donde se encuentran los túneles, hoy tapiados, además de una hermosa pileta, y otra escalera para observar la escultura La cabeza del Indio. Casi frente a ellos el monumento "Al Ciclista", en homenaje a los deportistas que realizaban el gran esfuerzo de la "Doble Calingasta". Y continuando el recorrido, la virgen "Nuestra Sra. del Líbano” y la hostería, recientemente refaccionada, donde también se realizan actividades, como la ferias de artesanos.

Aclaro que soy una persona que actúa fuera del sistema y que opino como sanjuanina sobre la necesidad de aprovechar estos espacios que además de su belleza están muy cerca de la ciudad Capital.

San Juan tiene mucho para seguir creciendo en Turismo Cultural, sumando el deportivo y el citadino por las características únicas de ciudad moderna del Siglo XX.

Por María Teresa Forradellas  – Licenciada en Turismo.