Sin nada quedó Dora Ruarte (71). Para colaborar contactarse al 2644890581 (Whatsapp) o al 2646287985 (llamadas).

 

A Dora Ruarte la pensión de ama de casa no le alcanza. Por eso tiene que salir a trabajar como empleada doméstica, a pesar de sus 71 años, a pesar de problemas de asma, a pesar de esa trombosis que la complica en su pierna izquierda. Tan crítica es la situación de la anciana, que días atrás se quedó sin electricidad porque no le alcanzó para pagar las boletas y tuvo que recurrir a las velas para poder alumbrarse. Pero esa miserable alternativa le generó otro problema, mucho más grave: el Día del Trabajador Dora tuvo que volver a salir a ganarse al pan de cada día y partió a lo de un vecino, temprano. Pero a las 11,30 otro de sus vecinos llegó a la carrera para avisarle que su precaria casa de adobes estaba en llamas. Y no hubo caso, en pocos minutos el incendio consumió todo y destruyó también esa modesta vivienda con techo de palos y cañas.

Ayer, Dora recorría una y otra vez las paredes de adobes teñidas de negro, quemadas, los esqueletos de los palos del techo, sus muebles y todas sus cosas convertidos en escombros. Parecía buscar una explicación, parecía no creer que ya nada quedara de su casa, su humilde hogar en los últimos 42 años.

El siniestro sucedió en la vivienda que Dora Ruarte habitaba en la calle Nacif Weis al Oeste de Alfonsina Storni, en la zona conocida como San Ceferino, en el departamento San Martín.

Según la Policía, todo indica que una de las velas fue la causa del desastre. Pero Dora parecía no dar tanto crédito a esa teoría, pues dijo que estaba convencida de haberlas apagado: "Me levanté, prendí unas velas y antes de irme a trabajar las apagué y las llevé al comedor", dijo ayer.

Viuda desde hace 7 años, Dora había quedado sola en la casa porque su única hija, Andrea Albarracín (30), se había mudado a Caucete con su esposo y sus tres hijos en noviembre pasado.

"He perdido todo, hasta los documentos y los papeles de cobro y tengo que hacer todo de vuelta", decía Dora, amargada, dolida.

Igual que su hija: "Un vecino me avisó que se le estaba quemando la casa a mi mamá, pero cuando llegamos no había quedado nada, no entiendo tanta desgracia", dijo la joven entre lágrimas.

Si bien el trabajo pericial de los Bomberos aún no concluye, para la Policía todo parece indicar que el incendio se produjo accidentalmente.