En otra demostración de sus cualidades como velocista, Mauricio Quiroga (SEP-San Juan) ganó con autoridad el segundo parcial del 16to Giro del Sol y se afirmó como dueño de la malla líder de la carrera que organiza la Fundación Para el Progreso. El sanluiseño ganó el embalaje, de casi unos 70 ciclistas, que cerró la etapa corrida íntegramente en el departamento Sarmiento que tuvo 129,9 kilómetros de extensión, recorridos en 2h47m18s. Mauro Richeze (Agrupación Virgen de Fátima) y Héctor Lucero (Municipalidad de Pocito), completaron el podio de los hombres que bonificaron al final del esfuerzo.
Tras dos días de carrera, la clasificación general es dominada por el hombre nacido en la tierra del “Mono” José María Gatica, que no se llama Facundo, como el “Tigre de los llanos”, pero comparte su apellido y domina con la autoridad que tenía por estas tierras el caudillo que fue magistralmente pintado por la excelsa pluma de Domingo Faustino Sarmiento.
Para la etapa de hoy que termina en Chimbas, también se prevé llegada con sprint masivo.
Tras lo ocurrido en el tramo de apertura que culminó el jueves en Caucete, toda la maquinaria de los “Bichos verdes” del Sindicato Empleados Públicos se puso en funcionamiento con la mira de mantener la malla a cuadros azules y blancos.
Todo el oficio de Mauricio Muller, Juan Pablo Dotti y Daniel Díaz, estuvo centrado en no dejar clavos sueltos. Desde la cabeza del pelotón controlaron todo. Dejaron que se armara una fuga de siete hombres, todos a más de tres minutos en Cochagual y la neutralizaron en Los Berros. Gerardo Tivani (M. Pocito), Facundo Cattapan (M. Rawson), Jhonatan Sepúlveda (F. Hijo del Viento), Emiliano Contreras y Daniel Juárez (Mardan) y Sergio Fredes (SAT) viajaron, siempre a menos de 1 minuto, distancia que no permitía que los acompañaran sus auxilios. Justo en la subida a Los Berros, la parte más complicada.
Después, en la bajada, los hombres del SEP dejaron que se escaparan algunos hombres que no complicaran en la general para que se repartieran los segundos de bonificación de las metas volantes, marcando en todo momento a “piqueteros” y “pocitanos” sus adversarios más peligrosos.
El final, que casi se complica por el paso de un tren de carga que de no ser detenido por un gendarme en motocicleta, habría complicado el embalaje; tuvo un desarrollo tremendo, los “trenes” de los equipos más poderosos ocuparon el ancho de la calzada y allí, en el mano a mano, Quiroga fue un tigre.
El remezón de los retrasados
La postal de la jornada
El líder viajó muy cuidado
El campeón, peón de lujo