Todo tiene su límite. Eso sí, siempre y cuando queramos poner esos límites. La falta de respeto hacia el Himno Nacional Argentino, por parte de los propios hijos de esta tierra, se ha tomado como natural en otros países. Por lo tanto, la parte instrumental se canta con ese lamentable oh,oh,oh, que se impuso en el Mundial de Fútbol de Alemania 2006, por parte de los argentinos. Los compatriotas, que, queriendo cantar, no podían hacerlo porque siempre se difunde la parte instrumental de nuestro Himno Nacional en cualquier evento deportivo. Es decir, que desde hace 11 años, los argentinos le piden tácitamente a las autoridades nacionales competentes, que de alguna manera establecieran que se pudiera cantar la canción patria en al menos una estrofa determinada. Bueno, el sábado ocurrió algo que llamó la atención de los televidentes. Antes del partido de la Selección Argentina y Rusia, jugado en Moscú la parte elegida para que suenen por los altoparlantes era la inicial, como sucede en cada partido de un equipo nacional. Nada extraño sucedía hasta entonces. Sin embargo, ocho cantantes líricas rusas intercedieron en ciertos tramos y realizaron una versión atípica. Mujeres intérpretes de música clásica, entonaron nuestro Himno en la parte instrumental con ese oh,oh, oh. Claro, no se les puede culpar de nada. Interpretaron muy bien con sus exquisitas voces. Pero, realmente, me dio vergüenza. Quizás en otros países del planeta, como en este caso Rusia, deben pensar que no somos un pueblo capacitado para escribir la letra de una canción como el Himno Nacional, cuando desde antes de la época de la colonia española, ya teníamos grandes escritores de letras y música. Esta pieza artística fue escrita por Vicente López y Planes y compuesto por Blas Parera en el año 1812 y 1813. No sé de quién dependerá que nuestro Himno Nacional Argentino se entone en los eventos de cualquier disciplina deportiva. Creería que depende de las autoridades nacionales. Entonces, habría que solicitarle a diputados y senadores que hagan un proyecto de ley para que del himno se entonen las últimas estrofas, que con tanto fervor se suelen cantar: “Sean eternos los laureles que supimos conseguir / Coronados de gloria vivamos / oh juremos con gloria morir…”
Sinceramente, las autoridades nacionales deberían tomar con seriedad esta situación, porque la verdad, esto no es el “folclore” deportivo. No resulta gracioso y menos patriótico, reducir la letra de nuestro Himno Nacional a la pronunciación de una letra del abecedario.
