Un cuerpo humano ardió en la madrugada del 15 de febrero de 2015 en el Parque de las Mujeres, Puerto Madero, a escasos metros del edificio en el que un mes antes había sido encontrado sin vida el fiscal Alberto Nisman. El cuerpo de lo que luego se identificaría como "una mujer de 40 a 50 años de edad" quedó reducido a cenizas junto a una subestación eléctrica.

 

Lo único que pudo conocerse es su sexo, porque la justicia jamás llegó a nada en lo que respecta a su identidad. La autopsia no pudo precisar si la mujer ya estaba muerta cuando la prendieron fuego o si fue quemada viva. "No resulta posible determinar fecha u horario de muerte porque la combustión eliminó todo tipo de elementos que permitieran establecer esa información. El cuerpo se calcinó en un proceso de combustión de voraz acción", puede leerse en el expediente judicial, de acuerdo con un informe publicado por el diario La Nación.

 

Por la denuncia de un vecino y la cercanía del lugar del hecho con el departamento donde vivía Nisman se intentó vincular este caso con la muerte del fiscal que investigaba el atentado contra la AMIA. Ese nexo se descartó, y a falta de más precisiones, la causa terminó archivada. 

 

Las cámaras de seguridad instaladas en la zona, principalmente en las torres Renoir I y II y en el Museo del Humor, no registraron imágenes de importancia para esta investigación. En un bidón plástico blanco encontrado cerca de la escena del crimen, donde se encontraron restos de combustible, tampoco fueron detectadas huellas dactilares que sirvieran para identificar al autor (o autores) del ataque.

 

En una denuncia anónima enviada a un correo electrónico de la Fiscalía de la Ciudad un "asiduo visitante del Parque de las Mujeres explicó que desde mediados de febrero [de 2015] vio a una pareja en situación de calle que vivía en el lugar junto con varios perros. Y que de pronto dejó de ver a la mujer y sólo estaban el hombre y los perros". Esa pista tampoco condujo a nada.

 

El 11 de noviembre pasado, después de que la jueza de instrucción porteña Alicia Iermini, por pedido de la fiscal Bugeiro, archivara la causa, la Unidad Fiscal de Investigaciones de Delitos de Autor Desconocido, a cargo de Norberto Sagretti, solicitó que el expediente, caratulado "muerte por causas dudosas de criminalidad", fuese remitido al fiscal federal Eduardo Taiano, que desde abril del año pasado, junto con el juez federal Julián Ercolini, investiga la muerte de Nisman. Veinte días después, no obstante, Taiano devolvió los tres cuerpos de la causa.

 

Finalmente, todo quedó en la nada misma. Se intentó vincular a la mujer con Lagomarsino y de allí con Nisman, pero no pudo ser probado. Será una incógnita por siempre y eso sí lo vincula a la muerte del fiscal: no saber qué pasó en realidad.