Intensa, pasional, frontal. Todos adjetivos que bien pueden describir a Andrea Rincón, quien ahora pone toda esa franqueza y su propia historia personal al servicio de Seres libres, el ciclo que habla de la lucha contra las adicciones en la televisión abierta, en horario central (hoy viernes a las 22 hs en Crónica TV), que habitualmente conduce Gastón Pauls y a quien ahora la morocha está reemplazando.
La actriz, que supo cambiar el rumbo y dejar de ser vedette para explorar el campo de la actuación -ganando un Martín Fierro por su trabajo en La Leona- y conduce su propio programa de radio por Rock and Pop todos los días, habló con DIARIO DE CUYO sobre su regreso a la televisión, primero como participante de Masterchef Celebrity, en la edición que fue furor en plena pandemia, y cómo encara la conducción de este ciclo, donde hace poco se la vio como entrevistada hablando de su propia lucha y ahora encabeza ella misma el programa que la ubica en un lugar cercano a sus propios fantasmas.
-¿Cómo vivís esta experiencia de conducir Seres libres?
-Recién hice uno, me sentí en una montaña rusa, nerviosa, todo sea por el fin que es un programa que brinda un servicio, necesario, nunca se hizo un programa así en la TV argentina. Siempre fue un tema tabú. Un programa que te dé herramientas para poder salir del lugar en el que estás. Bienvenido sea.
-Estuviste como entrevistada y ahora estás en el sillón del frente…
– Siento que estamos todos del mismo lado. Esta es una lucha para toda la vida. Es un programa que sea hace con los testimonios de la gente y todos nos brindamos herramientas para poder salir. Pongo este ejemplo, la aplicación que te da la dirección para llegar, te dice no agarres tal camino porque hay un pozo; bueno, alguien se lo comió a ese pozo para decirte "no agarres por acá". Esto es lo mismo, son personas que anduvieron por caminos por donde no anduve y me están diciendo ,"por acá también es peligroso" y yo tomo nota. Es un programa que brinda herramientas a gente que no las tiene y despierta a gente que sigue dormida.
-¿Que los famosos den su testimonio ayuda a generar un cambio?
-Creo que todo suma, como los testimonios de tantos otros que son referentes para mucha gente. Es difícil mostrarse vulnerable delante de tanta gente, más en un medio de comunicación como la televisión, así que la verdad que sí, creo que ayuda y por eso se agradecen tanto los testimonios, porque son salvavidas para la gente que está del otro lado.
-¿Te gusta este rol de conducción, lo harías en otro tipo de programa?
-La verdad que es algo que pensé que podría ser una posibilidad en mi carrera pero para mucho más adelante, muchos años; mi meta está puesta en la ficción y estoy conduciendo un programa en la Rock and Pop. No lo veía ahora, no sentía que estuviera preparada, pero no tuve opción a decir que no, por el tipo de trabajo que es, claramente tenía que correr mi ego y pensar en las personas que estaban del otro lado y hacer llegar el mensaje que en algún momento me dieron a mí. Lo estoy haciendo por el amor al prójimo y porque vengo con un compromiso social desde hace un tiempo.
-¿Gastón (Pauls) te convenció?
-No, ¡Gastón me obligó! (risas). "Tenés que hacerlo". No conozco persona más dulce, más tierna, más compasiva en el mundo que él. Yo doy la vida por él, entonces imaginate si no voy a hacer esto, aunque no lo hago por él sino por el prójimo, pero si tuviera que hacer otra cosa por él, lo haría con los ojos cerrados.
-Masterchef fue tu vuelta a la tele y además con una exposición diaria, ¿cómo lo viviste?
-La verdad es que no sé si manejé bien el vértigo de Masterchef, por ahí no lo llevé muy bien. Igual lo pasé bien, tuve buenos compañeros, fue lindo. No me gustó cómo lo manejó la prensa, mintieron en muchas que dijeron y, bueno, es parte de esto y yo no lo sé manejar y quizás nunca lo sepa manejar.
-¿En qué puntualmente?
-No, no importa. Hay algo que repito siempre, hay una canción de La Renga que dice "Hay una luz para cada sombra, corras para donde corras" y si uno se detiene a mirar esa sombra está frito. Hay que mirar la luz. Eso depende de uno.
-En pantalla se te veía bien, tenías gente que te apoyaba. ¿En qué no anduvo?
-No, no, yo lo pasé bien. Ahora a otra cosa.
-¿Te gustaría volver a hacer ficción?
-Claro que sí, no hay nada que quiera más.
-¿Qué significó para vos el Martín Fierro que ganaste por La Leona?
-Fue algo enorme. Además estaba en un momento de mi vida que estaba muy pendiente del reconocimiento. Me di cuenta de que estaba presa de la mirada del otro, de la necesidad de amor, me había perdido completamente de quién era yo solamente por el hecho de agradar a otro para que me reconozcan, para poder ser querida. Me empecé a encontrar con un tema de decir "bueno, ¿qué hago? ¿sigo atrás de la zanahoria o me vuelvo detrás de Andrea?". Y me fui detrás de Andreita y ahora estoy acá. Decidí irme detrás de mi propio ser y encontré la libertad. El primer amor que uno tiene que buscar es el propio.
-¿Esta elección te costó caro en lo artístico?
-No y si fuese así no me importaría. Para mí el éxito primero está en lo personal, después en lo laboral. A mí me encantaría protagonizar en ficción pero más me gusta ser buena persona.