Así como el Video de Asistencia al Referí (VAR) llegó al fútbol para quedarse, la Copa Mundial de Rusia trajo consigo otras innovaciones tecnológicas que apuntan menos al juego y más al jugador, como los pantalones ‘Lizard Heat’ que fueron diseñados para producir un calor penetrante que mantiene los músculos de las piernas a una temperatura óptima y mejora la circulación sanguínea.
Sólo basta mirar videos o fotografías de los entrenamientos para darse cuenta que los jugadores practican con una especie de chalecos negros sobre sus camisetas. Dicho implemento lleva incorporado un GPS que monitorea distintas reacciones de sus físicos, datos que luego son utilizados por los cuerpos médicos y técnicos para, entre otras cosas, medir su rendimiento antes y después de la exigencia física. "Los chalecos tienen acelerómetros, que indican hacia donde gira el jugador y te permite ver si alguna pierna puede tener sobrecarga", explicó el readaptador físico de la Selección de Costa Rica, Angel Aceña, en una nota publicada en un diario de su país. Para algunos médicos y preparadores físicos éste chaleco se ha vuelto tan imprescindible como los botines con los que se juega.
El tema de los pantalones, Lizard Heat, son utilizados por la Selección de Inglaterra en los entretiempos del partido y en las prácticas. Es una prenda cargada de baterías que el médico del equipo británico, Robin Chakraaverty, decidió utilizar luego que Pep Guardiola los probara en el Manchester City, campeón de la Premier League. "Están diseñados con una tecnología infrarroja lejana, que emite un calor penetrante en el músculo, similar al de las bolsas de agua o mantas", afirmó su creador, Chris Ashdown, al diario Daily Mail. Sobre sus resultados hay poca evidencia, actúa sobre las sensaciones de los jugadores, lo que está demostrado es que mejora el flujo sanguíneo.
La última innovación, si se la quiere denominar así, es la cámara refrigerante con nitrógeno, que se apoya en la croterapia, método curativo a bajas temperaturas. Es utilizada por la Selección de España que hizo construir una en el centro deportivo de Krasnodar, ciudad donde está alojada. Es una especie de cubo que refrigera el aire con nitrógeno entre 130 y 150 grados bajo cero. El jugador debe entrar con guantes y abrigo y permanecer allí tres minutos, en los últimos 60 segundos se siente un frío muy duro de la cintura para abajo. Está comprobado que la técnica con nitrógeno a temperaturas extremas controlan el proceso inflamatorio y el daño habitual que produce el ejercicio intenso.