El lunes 29 de noviembre comenzará a funcionar plenamente en la Argentina el sistema de Transferencias 3.0, un mecanismo de pagos digitales que hará interoperables a los códigos QR y que permitirá usar cualquier billetera digital para pagar en todos los comercios que acepten este medio de cobro, sin importar la empresa que provea el código.
Al mismo tiempo, habilitará a los comercios a recibir el dinero de forma instantánea, irrevocable y con la comisión más baja del mercado, lo que ayudará a simplificar las operaciones y a competir contra el efectivo que, pese al avance de los mecanismos de pago virtual, sigue siendo la forma de pago usada en cerca de 8 de cada 10 transacciones.
Será el punto final de un sistema en el que, desde hace casi dos años, trabajan en forma conjunta el Banco Central de la República Argentina (BCRA), los bancos públicos y privados, las fintech, las empresas de tarjetas de crédito y débito y las cámaras compensadoras y administradoras de pagos (Coelsa, Fiserv, Red Link y Prisma).
"Es un proceso muy innovador y disruptivo. No hay muchos países que hayan generado esta interoperabilidad. Se ha colaborado bien y se está trabajando en conjunto para que esto sea un éxito", aseguró a Télam Leonardo Rubinstein, CEO de Ank, la fintech que el Banco Itaú lanzó hace poco más de un año.
El objetivo de todos los actores es el mismo: facilitar y simplificar los pagos digitales, agrandar el mercado de uso de dinero electrónico con más competencia y, al mismo tiempo, reducir el uso de efectivo de modo de expandir la inclusión financiera y formalizar a un gran sector de la economía.
"Es la primera vez que se traza un camino tan claro con distintos esquemas de pagos digitales. Hubo varios antecedentes pero nunca se hizo con tanta fortaleza", afirmó el director del BCRA y presidente de la comisión de Operaciones y Medios de Pago de la entidad, Diego Bastourre.
El desarrollo del sistema incluyó también un "proceso de operaciones de inversiones y múltiples desarrollos para todo el ecosistema que nos pone a la vanguardia en materia de innovación tecnológica", agregó Bastourre, quien ponderó el "gran potencial y alta eficiencia de seguridad" que tendrá en su funcionamiento.
Hay que entender que, para alcanzar la interoperabilidad de los códigos QR, fue necesaria cooperación de tanto la infraestructura de pagos como de la normativa, de los desarrollos de producto de cada una de las empresas interesadas en leer los QR y de las decisiones comerciales de cada fintech o banco que participa.
Por eso, las primeras pruebas del sistema comenzaron en diciembre del año pasado, con la apertura de códigos por parte de empresas clave del sistema en grandes comercios y cadenas con presencia en todos el país, con la idea de asegurar un correcto funcionamiento y evitar una mala experiencia de usuario.
Mercado Pago, una de las principales empresas del sector con más de 1,5 millones de comercios adheridos a pagos con QR en la Argentina, avanzó desde entonces en la incorporación de más de 5.200 locales de 18 cadenas como Burger King, Farmacity y La Anónima, entre otras, en las que ahora se puede pagar con las aplicaciones BNA+ y Cuenta DNI, de los bancos Nación y Provincia; Yacaré, Reba y ANK; y MODO, la aplicación que desarrollaron más de 30 bancos para agilizar los pagos y transferencias.
"Es un proceso sumamente complejo pero gran parte del trabajo está muy avanzado", dijo a Télam Agustín Onagoity, director de Mercado Pago, empresa que ya tiene cerca del 25% de sus códigos QR interoperables, aunque con la base tecnológica resuelta, sostuvo, "se puede escalar rápidamente".
"Desde el comienzo de esta semana se encendió el clearing de Coelsa para agilizar las compensaciones de todas las partes. Superadas esas pruebas, podríamos avanzar en el encendido de más comercios y llegar al 100% el 29 de noviembre", afirmó Onagoity.
Actualmente, más del 90% de los adultos de la Argentina tiene una cuenta bancaria a su nombre, pero la mayoría extrae el dinero que recibe en efectivo y realiza sus pagos por ese medio.
Los comercios también eligen cobrar por esa vía ya que no sólo pueden disponer el dinero al instante -a diferencia de la acreditación de tarjetas de débito que es a las 24 horas- sino que también pueden evadir cargas impositivas.
Sin embargo, la ventaja de los pagos con transferencias es que no tendrán ningún costo para los usuarios, por lo que será más seguro que ir con el efectivo encima, y, para los comerciantes, recibirán el dinero al instante en su cuenta y con una comisión de apenas el 0,8%, la más baja del mercado.
"Para el usuario esto significa una mayor accesibilidad. Desaparece la duda de si el comercio que elige habitualmente acepta o no la billetera digital que él utiliza. No hay duda que esto va a incentivar el uso de este medio de pago", apuntó Sergio Strólogo, director de Soluciones Globales de Negocios para Latinoamérica de Fiserv.
Una vez superada la etapa tecnológica, coinciden los actores consultados, el próximo gran desafío será la comunicación.
"Tenemos que lograr que tanto los usuarios como los comercios conozcan esta posibilidad. Que puedan entender que su código QR puede ser leído con cualquier billetera. Aún falta una comunicación masiva sobre el concepto de interoperabilidad", señaló Rubinstein.
Aún así, se mostró confiado con la posibilidades a futuro: "Nosotros lo vemos con la experiencia de nuestros usuarios. El crecimiento de uso de QR fue exponencial y estamos convencidos de que es un hábito que seguirá creciendo muy fuerte".
Fuente: Télam