La ciudad de Nueva York anunció este miércoles que volverá a cerrar sus escuelas ante el avance del COVID-19. En un correo electrónico a los directores de las instituciones educativas, Richard Carranza, el funcionario encargado de su funcionamiento, explicó que la medida fue tomada luego de que la ciudad registrara una tasa de positividad mayor al 3% durante más de siete días consecutivos, el umbral establecido como límite para habilitar la educación presencial.
“A partir de esta mañana, 18 de noviembre, la Ciudad ha alcanzado este umbral de positividad de las pruebas en toda la ciudad y, como resultado, el DOE cerrará temporalmente todos los edificios de las escuelas públicas para el aprendizaje en persona, el jueves 19 de noviembre”, dijo Carranza.
El alcalde Bill de Blasio, por su parte, se pronunció en las redes sociales: “Nueva York alcanzó el umbral de un promedio de 3% de tests positivos durante siete días. Desafortunadamente, esto significa que los edificios de las escuelas públicas estarán cerrados desde mañana, jueves 19 de noviembre, por precaución”.
“Debemos luchar contra la segunda ola de COVID-19”, agregó.
Este cierre de las escuelas representa el revés más significativo para la recuperación de Nueva York desde la primavera, cuando la ciudad fue epicentro global del brote.
De Blaso aclaró que, si bien los cierres serán temporales, las escuelas no reabrirán automáticamente en el momento en que la tasa de positividad de siete días caiga nuevamente por debajo del 3%.
Por su parte, Carranza precisó que las clases serán ofrecidas solo de manera remota hasta nuevo aviso.
Nueva York ha sido la única gran ciudad del país que se ha comprometido a ofrecer clases presenciales este otoño como parte de un sistema híbrido que incluye el aprendizaje en línea. Muchas ciudades, como Chicago, Houston, Los Ángeles, Filadelfia y Miami, optaron en cambio por el modelo virtual.
La medida es cuestionada por muchos neoyorquinos que subrayan que la tasa de tests positivos en los establecimientos educativos desde su reapertura en septiembre es muy inferior a la tasa promedio de la ciudad.
La transmisión del virus en las escuelas neoyorquinas se había mantenido muy baja desde que las aulas volvieron a abrir a fines de septiembre. Pese a este nuevo cierre, el aumento de contagios no parece deberse a la reapertura de los edificios escolares. La tasa de positividad en las escuelas es de sólo 0,19 por ciento, de acuerdo a lo expuesto por Carranza.
Otros, en tanto, se preguntan por qué cerrar las escuelas, con el daño que implica para los niños, cuando aún se permite comer dentro de bares y restaurantes, aunque a una capacidad reducida.
El alcalde, no obstante, se comprometió con el poderoso sindicato de maestros a cerrar los establecimientos si la tasa de contagios llegaba a 3% durante siete días.