Manos que saben. Mucha trayectoria…años en el embalaje de hortalizas de San Juan.

Con sol pleno, un día hermoso de entresemana, Suplemento Verde estuvo en Santa Lucía, para ver un megainvernadero de 2 hectáreas, que se suma a las casi 25 hectáreas que hay en toda la provincia, distribuídas en los departamentos del valle central, muy cerca de la Capital.

La gente de este nuevo emprendimiento, pertenece a un grupo pyme que opera desde hace tiempo en el rubro de las especies perennes, como las uvas y varias frutas de carozo en fresco, y ahora decidió encarar las anuales, caso de hortalizas. Pidieron no ser identificadas.

En concreto, con materiales sanjuaninos, con mano de obra local y con una demora de varios meses, lograron armar estas 8 naves de 2.500 metros cuadrados que integran el pack completo donde se produce.

Se eligió el zucchini, o zapallito italiano, o también llamado calabacín, porque en pleno invierno no tiene inconvenientes de venta, y si bien compite con el del Norte Argentino, da buenas rentabilidades, por la alta demanda. El material en cuestión es el Jamila F1, del grupo semillero HM Clause. Se separa a 1,50 metros de ancho entre líneas y a 0,80 metros entre plantas. Se instaló riego por goteo de cinta para hortalizas y además, cobertura plástica de mulching.

La prolijidad de lo observado es admirable y se nota la dedicación puesta en el día a día, en el campo.

La plantación o siembra se hace desde fines de abril y principios de mayo de cada año y se cosecha aproximadamente a los 60 días; esto dio justo el inicio de recolección en el momento en que visitaba la finca. Se extiende la posibilidad de obtención de esta verdadera verdura hasta fines del mes de octubre.

El gran mercado demandante, aseguraron los productores y empresarios involucrados en esta actividad, es la provincia de Mendoza, donde va gran parte de lo producido. Pero también grandes centros de consumo como Bahía Blanca, Neuquén y Río Negro lo llevan.

En el momento de recorrer las naves, operarios cortaban los frutos seleccionados previamente por un especialista, para llenar canastos, que luego irán a los cajones de 16 kilos, perfectamente embalados (ver fotos) que es como se comercializa en ferias y mercados provinciales.

Del tamaño individual del fruto, el embalador comentó que para Cuyo va el mediano, mientras que para Buenos Aires y el Sur Argentino va el de tamaño más chico.

Gran vista de las naves que reúnen 2 hectáreas.

CARACTERÍSTICAS

Las naves, de 2.500 metros cuadrados cada una, tienen calefacción para estos picos invernales, donde los agricultores sufren los momentos más críticos. En una de las fotos se puede ver de cerca un caloventor, que se coloca cada 1.000 metros cuadrados para tener seguridad en el control de temperatura. Ese tiene unas 53.000 calorías y gasta gas oil como combustible, en el orden de los 6 litros por hora. Se pueden gastar, según el año, entre 5.000 y 8.000 litros de este líquido para poder alejar los daños de heladas en los cultivos de estos invernaderos, siempre aproximadamente. La clave es la ventilación, y el control inteligente de las temperaturas y las humedades. Siempre se está atento, con una red de operarios y termómetros estratégicamente ubicados, sabiendo los horarios cuando está por helar. En este caso particular, encienden los caloventores cuando la temperatura exterior es de 1,2 grados centígrados. Siempre las noches sin nubes, "destapadas" como dicen en el campo son las más peligrosas. Y la comunicación en equipo, además de contar con los insumos elementales, es lo más importante.

Se carga para mercado, 3 veces por semana, martes, viernes y sábado, para lo cuál, se corta los días anteriores.

En lo referente a números, y si bien depende mucho del manejo realizado, de la experiencia en el tema y de la superficie cubierta con el cultivo, en este caso particular, están entre 0,6 a 0,7 cajas por metro cuadrado, siempre de 16 kilos cada una y el valor oscila según la fecha pero está entre $ 2.200 y 3.000 por caja.

Respecto del manejo, aseguraron que todo es vía goteo, desde el fósforo de arranque, el nitrógeno posterior, los microelementos completos, más los bioestimulantes y otros productos de última generación. Los foliares andan muy bien.

También la cantidad de insecticidas y fungicidas para el control de plagas y enfermedades es importante. Al ser un "paraíso" el clima dentro de la nave, el desarrollo de todo es potenciado. Informan que pulverizan una vez por semana. Son cultivos caros, de contraestación, pero de alto rendimiento y rentabilidad.

Los grandes agentes conflictivos, son Botrytis spp, y más adelante (con calor) el Oidium spp. Pero con aire ventilado y control responsable, se manejan a raya.

El riego se divide en dos partes. 50 % y 50 % de la superficie total, y es abastecido con un pozo. 

La intención es llegar a 100.000 kilos por hectárea o más, unas 15.000 cajas de madera, para luego de esos 4 meses, pasar a cultivar tomate redondo, del tipo Etereí o Ichiban, para los meses posteriores. Esto es otro tema. 

 

 

  • Intensidad de labor y buenos rindes 

 

En plena tarea de recolección manual de zuchinis.

 

 

Caloventor, que funciona a gas oil, fundamental.

 

Hortalizas frescas, recién terminadas de cosechar.

 

Excelente desarrollo y floración de las plantas.

 

EN CIFRAS

  • 8  naves reúnen los nuevos megainvernaderos de Santa Lucía, con una superficie de 2 hectáreas totales.
  • 60  días tardan en el ciclo completo, los zapallitos italianos (también llamados zucchinis) hasta la cosecha.
  • 1.000  metros cuadrados abarca el control de calor de un caloventor a gas oil, de los usados en este trabajo.
  • 3  cortas semanales se programan para cargar a los centros compradores: cargan martes, viernes y domingos.
  • 5.000  y hasta 8.000 litros de gas oil se utilizan en la temporada para los controles de heladas, en estos cultivos.