La gestión macrista hizo un emblema de las obras de saneamiento, pero por la crisis del año pasado y la posterior derrota en las urnas quedaron proyectos de cloacas paralizados debido a que el financiamiento nacional se cortó. Los casos emblemáticos son dos redes en Rivadavia y una en la villa cabecera de Valle Fértil, que benefician a más de 27 mil personas y que se frenaron con distintos niveles de ejecución que no llegaron ni al 50 por ciento. Las instalaciones cloacales forman parte del lote de obras que tuvo el compromiso de recursos de Nación en la administración anterior, por lo que funcionarios uñaquistas se reunirán hoy con autoridades del Gobierno de Alberto Fernández para tratar de destrabar conflictos contractuales y de documentación con las empresas para que se reactiven los trabajos.
Así, el presidente de OSSE, Guillermo Sirerol, y el ministro de Obras, Julio Ortiz Andino, se reunirán con funcionarios del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa). Y este último mantendrá un encuentro con autoridades de Vialidad Nacional para ir dialogando sobre alguna forma de devolución de la deuda de 4 mil millones de pesos que la repartición tiene con la provincia, el financiamiento de la Ruta 40 Norte que viene haciendo la gestión uñaquista para que no se paren las tareas y la posibilidad de destrabar un inconveniente contractual entre la empresa Green y la Nación para que se retomen los trabajos en la Ruta 40 Sur.
En cuanto a las obras cloacales, en Rivadavia hay dos: la primera es el "Colector Sudeste y Redes Colectoras de Villa Seminario, Barrio Meglioli, Camus, Natania XV y otros", que beneficia a unos 10 mil habitantes y quedó en manos de Cicon SRL por 124.474.317,81 pesos. La segunda es la instalación de las "Redes Colectoras del Barrio Municipal, Bancario, Los Ceibos, Foeva y otros", que impacta a 13.000 personas y está en poder de César Borrego y Darío Fojo Construcciones, por 82.856.862,15 pesos. Una de las obras tiene un avance del 12 por ciento y la otra ronda el 40 por ciento, según fuentes del sector, que además agregaron que Enohsa mantiene deudas con las compañías por la falta de pago de certificados de obras realizados, aunque no trascendieron los montos.
Las tareas comenzaron a reducirse drásticamente en abril de 2019 y se detuvieron por completo en septiembre. El escenario muestra el zanjeo de calles por las cañerías y cámaras de inspección tapadas con tierra y ripio. No están pavimentadas debido a que, como la obra no está terminada, puede volver a descubrirse la zona. Ortiz Andino explicó que las empresas arrancaron con el proyecto original, pero a la hora de ejecutar el definitivo (que contiene el detalle fino y preciso de dimensiones de cañerías por ampliaciones y definiciones de sectores a recorrer, por ejemplo), este no fue aprobado por el ente nacional, pese a que OSSE sí le dio el OK. Como el proyecto definitivo no tuvo el aval nacional, las compañías no pueden certificar los trabajos contenidos en ese plan ni las redeterminaciones de precios (la obra comenzó en 2017) porque Enohsa no las pagará. Por eso, el ministro indicó que pedirá que se revisen y aprueben los proyectos ejecutivos.
En Valle Fértil pasa lo mismo. La obra está en manos de Dumandzic, beneficia a 4.500 vecinos, tiene un avance del 40,38 por ciento y está frenada desde abril de 2019, indicó Sirerol. El monto del contrato fue de 153 millones de pesos y el proyecto ejecutivo estableció un valor de 270 millones, sin contar las redeterminaciones de precios.
Otras obras
> Caucete y Jáchal
En el sistema cloacal de Caucete, Enohsa financia el 17,25% de la obra. El resto lo pone la provincia. Como en muchas obras, la gestión macrista dejó de enviar fondos en abril de 2019. En Jáchal, el 17,05 aporta Nación. En este caso, se llamó a licitación por la tercera etapa, pero no comenzó ante el recorte de fondos.