Señor director:

Se está representando con éxito una obra del escritor español Federico García Lorca (1898-1936) en Londres. En funciones alternativas en inglés y en español se presenta “La casa de Bernalda Alba” en el Cervantes Theatre. El tema de la represión, de las apariencias, dominación de una madre a sus cinco hijas, recreado por García Lorca, es aplaudido por el público londinense. La obra muestra un matriarcado de principios del siglo XX, el confinamiento de mujeres en una casa, con prejuicios de clase y férrea disciplina.

Hay un enfrentamiento entre conflictos y pasiones que se agrandan, enfrentamiento entre autoridad y deseos de libertad. Se advierte la lucha de naturaleza contra tradición, la sumisión más frustrante contra la rebeldía más abierta. Surge en el drama de Federico García Lorca el orgullo de casta, la moral tradicional de la condición social de la mujer española de la época. La acción se desarrolla en un ámbito de opresión, con ventanas cerradas. Se muestra a una madre inquisidora que impone ocho años de luto. En esa atmósfera dramática, en esa clausura asfixiante se trata de imponer el honor, la decencia, la honra, la virginidad.

El diálogo presenta predominio de sentencias, con intenso sabor popular andaluz. En La casa de Bernarda Alba predomina autoritarismo, aguda crítica social, sumisión y ansias de libertad. Se enfrenta la represión contra la rebeldía, que tiene su válvula de escape y eclosiona en drama. El confinamiento lleva a la represión de sentimientos y a la exacerbación de estos. La casa es el lugar del desasosiego con pasiones reprimidas a punto de estallar. Y es la ebullición de sentimientos lo que lleva a la tragedia.

El drama lorquiano llega a la capital mundial del teatro. La obra de García Lorca sigue siendo valorada en épocas y latitudes diferentes a las que fue escrita.