Los últimos ocho años fueron los más calurosos desde que se tienen registros en el mundo y Argentina no escapa a esta realidad. Por tres jornadas seguidas el termómetro superó los 40 grados hasta en la Patagonia, donde lo habitual es el clima frío aún en verano. Pero el impacto no solo se siente a flor de piel, también está afectando la salud de los turistas, a tal punto que saturó la atención del principal hospital de Neuquén y alarma a la ciudad rionegrina de Las Grutas que en las últimas horas tuvo que sistir y trasladar a más de 20 turitas descompensados por insolación y golpes de calor.
El servicio de Clínica Médica del Hospital Provincial Neuquén (HPN) tuvo el 100% de sus camas ocupadas debido a la internación de afectados por la ola de calor.
‘Esta situación ocurre normalmente en invierno, no tanto en verano, y lo atribuimos a muchos pacientes adultos mayores con enfermedades y comorbilidades previas que, en el contexto del calor, se descompensaron’, explicó a Télam la directora asociada del HPN, Adelaida Goldman.
La especialista agregó que ‘esos pacientes ameritan tratamiento durante la internación en Clínica Médica porque la mayoría de las comorbilidades tienen que ver con la evolución de enfermedades que son abordadas por ese servicio: pacientes con infarto, accidente cerebrovascular, diabetes, infecciones urinarias, cuadros respiratorios, etc., y el calor aumenta la probabilidad de complicaciones’. Además, Goldman señaló que ‘son pacientes muy sensibles y a veces el tratamiento -a diferencia de una persona joven- debe ser de varios días e internados’.
La médica recordó que los veranos anteriores transitaron con aislamiento por la pandemia de coronavirus, ‘cuando la gente no salía tanto para evitar los contagios’. ‘Volvió la vida a la normalidad y uno trata de disfrutar, hacer deportes y actividades de recreación, pero las altas temperaturas hacen que en organismos más sensibles se generen síntomas como cefalea, cansancio, náuseas, vómitos y, en algunos casos, síncope’, detalló.
En Las Grutas la demanda de atención en el hospital por insolación y golpe de calor tiene en alerta al hospital local, según informó ayer el jefe de cuerpo de guardavidas de San Antonio y Las Grutas, Mauro Scalesa.
‘El desconocimiento genera mucha irresponsabilidad en la gente. Los que estaban expuestos al sol se insolaban y los que estaban con sombrillas o a la sombra padecieron el golpe de calor’, precisó Scalesa ante una consulta de la agencia Télam. Asimismo, el guardavidas explicó que los síntomas de esas descompensaciones son muy similares a los de la Covid-19, debido a que la insolación trae cansancio, deshidratación, mareos, dolor de cabeza, desregulación de la presión arterial y hasta vómitos. Por otro lado, ‘con los golpes de calor la gente cree que no se va descompensar y generalmente comienzan a transpirar, baja la presión y se marean’, precisó.
También, Scalesa agregó que son síntomas que se pueden ver en personas adultas, pero que en los menores de dos años es difícil porque no lo pueden manifestar, y la atención suele llegar tarde. Durante este fin de semana, los guardavidas también tuvieron que atender a personas que presentaron convulsiones en la playa. ‘Todo se suma a las personas que ya viene con problemas de base y que son medicadas’, apuntó Scalesa.
El guardavidas contó que las altas temperaturas del domingo provocaron más de 20 llamados de ambulancia a la playa. Scalesa dijo que también mucha gente fue derivada al hospital, ‘ya que alrededor de las seis o siete de la tarde, colapsaba por la cantidad de gente’. Contó que ‘varias personas que llegaron de largos viajes, querían tomar sol y no se puede con una temperatura de 40 grados y con viento norte. ‘Las sombrillas protegen del sol, pero no de los golpes de calor, por eso es fundamental permanecer continuamente hidratado con agua’.
- Recomedaciones para evitar sorpresas
La doctora Adelaida Goldman subrayó los cuidados que se deben tener
en cuenta especialmente con la población vulnerable: niños, adultos mayores, embarazadas, personas con comorbilidades y personas con obesidad. “Evitar la exposición al sol y a las radiaciones, porque muchas veces estamos a la sombra, pero eso también aumenta la temperatura del cuerpo”, precisó y agregó la necesidad de hidratarse “incluso en ausencia de sed”. Asimismo, instó a evitar el alcohol, las bebidas muy azucaradas o las sustancias con cafeína, “porque eso deshidrata”. Por último, pidió no suspender la lactancia materna y “comer liviano y usar ropa de colores claros y holgada”.