El hecho ocurrió ayer. Un joven pasaba por el Lateral de Ruta 40, metros después de General Acha, en el predio abandonado de la empresa de colectivos Nuevo Sur y se encontró con un panorama desgarrador. Una perra tenía la cabeza atorada entre los barrotes de una reja.

 

De inmediato trató de sacarla pero no tuvo suerte. Por eso, fue a la empresa que está al lado, donde él trabaja, y le pidió ayuda a dos amigos, quienes se las ingeniaron bien para comenzar el rescate.

 

¿Cómo hicieron? Abrieron la reja con el gato hidráulico de un auto y el animal finalmente pudo salir. "Parece que llevaba días ahí porque estaba muy flaca, cansada y asustada. La quise agarrar para darle agua y comida, pero no se dejó", dijo Nicolás a DIARIO DE CUYO.