En el mes de San Francisco de Asís, cuya celebración fue el pasado 4 de octubre, es que podemos reflexionar sobre una de las oraciones más bellas adjudicadas al santo. Esto con el fin de que cada uno de nosotros la ponga por obra y que sea una línea de conducta fraterna para toda la humanidad.
¡Señor, haz de mí un instrumento de Tu Paz!./
Allí donde haya odio, que yo ponga Amor./
Allí donde haya ofensa, que yo ponga Perdón./
Allí donde haya discordia, que yo ponga Unión./
Allí donde haya error, que yo ponga Verdad./
Allí donde haya duda, que yo ponga Fe./
Allí donde haya desesperación, que yo ponga Esperanza./
Allí donde haya tinieblas, que yo ponga tu Luz./
Allí donde haya tristeza, que yo ponga Alegría/
Oh, Maestro, que yo no busque tanto; ser consolado… como consolar. Ser comprendido… como comprender. Ser amado… como amar. Porque… es dando, que uno recibe.
