Muy complicado. Carlos Hugo Martínez fue considerado prófugo. Ayer, dos jueces pedían capturarlo pero no pudieron hallarlo.

 

El juez de Instrucción Guillermo Adárvez ordenó ayer la captura nacional e internacional del médico ginecólogo Carlos Hugo Martínez, porque lo citó a declarar como sospechoso, no se presentó y la Policía no pudo encontrarlo en ninguno de los lugares que frecuenta, dijeron fuentes judiciales. Es decir que ahora lo buscarán incluso con ayuda de Interpol. Adárvez lo investiga por 8 denuncias de presunto abuso sexual contra pacientes: siete realizadas entre el lunes y anoche en la Fiscalía que dirige Carlos Rodríguez y otra más que se concretó en la sección Seguridad Personal de la Brigada de Investigaciones, precisaron.

El juez penal de la Segunda Circunscripción judicial con asiento en Jáchal, Pablo Oritja, también ordenó capturarlo ayer porque lo tiene como sospechoso en otras dos causas calcadas contra pacientes que atendió en una clínica privada de Jáchal. Una de octubre pasado que se radicó en la seccional 21ra y motivó el pedido de captura, ayer, por considerar que el relato de la víctima es creíble y esa maniobra en su contra pudo configurar un abuso sexual con acceso carnal. Y otra más que recibió el fiscal Sohar Aballay el pasado 15 de marzo, por la cual había pedido al juez Oritja que el médico sea citado a prestar declaración indagatoria, precisaron las fuentes.

En varios de los casos, las víctimas refirieron que además de los manoseos hubo introducción de dedos.

Y no es todo: el médico tiene una causa pendiente de resolución en la Cámara de Apelaciones por el mismo delito, y se inició en 2013 en el Segundo Juzgado de Instrucción que dirige el juez Pablo Flores, precisaron.

La situación del médico cambió de la noche a la mañana de una manera abrupta desde el último lunes, cuando una chica de 22 años, embarazada de 3 meses, lo denunció por haberla manoseado con indisimuladas intenciones de conseguir que tuviera un orgasmo para sacarle una muestra, como parte del tratamiento de la infección urinaria que llevó a la joven a buscar atención.

Desde entonces hubo una catarata de denuncias, pues al hacerse público el caso muchas mujeres salieron a decir por las redes sociales que con ellas había ocurrido lo mismo cuando fueron a consultarlo, y lo denunciaron.

Las maniobras que las víctimas relatan son prácticamente un calco una de otra: el médico les realiza comentarios y preguntas indiscretas sobre su vida sexual y, al final, las manosea en sus zonas íntimas como parte del supuesto tratamiento. Algunos casos son más graves aún, pues a los manoseos suma la introducción de sus dedos. Los delitos descriptos no son excarcelables.

 

“Si hay delito, será cesanteado”

La situación laboral es el otro fuerte frente de batalla que debe enfrentar el médico oriundo de La Rioja, Carlos Martínez. Ayer, el secretario Técnico de Salud Pública, Roberto Correa, anticipó que desde el Gobierno que encabeza el gobernador Sergio Uñac ya se abrió una investigación interna con la “firme decisión” de llegar a las últimas consecuencias con el profesional, que es médico interino en Jáchal desde 2016. “Se recabará prueba y se le dará la posibilidad de defenderse, pero si cometió algún delito será cesanteado”, dijo Correa. Desde la Clínica Cymin, donde ocurrieron varios de los supuestos delitos, el médico también fue suspendido.

 

 

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Publicado por Diario de Cuyo en martes, 10 de abril de 2018