La Justicia de Colombia ordenó ayer la libertad del expresidente Álvaro Uribe, tras permanecer poco más de dos meses con arresto domiciliario por presunto fraude procesal y soborno de testigos, al considerar que la Fiscalía a cargo de la investigación no le realizó la imputación formal de cargos.
La decisión la tomó la jueza 30 de control de garantías de Bogotá, Clara Ximena Salcedo, que no resolvió sobre la cuestión de fondo, sino que permitió que el exmandatario quede en libertad a la espera de que sea imputado y se celebre el juicio en su contra. La magistrada afirmó en su fallo que "no se concibe la validez de una medida de aseguramiento", esto es el arresto domiciliario en el que Uribe se encuentra desde principios de agosto "sin una previa formulación de imputación".
"La decisión que adopta esta funcionaria es la de acceder a la solicitud elevada por parte de la defensa, apoyada por parte de la Fiscalía General de la Nación y la representación del Ministerio Público, y en ese orden, y, en consecuencia, se dispondrá la libertad inmediata del doctor Álvaro Uribe Vélez", sostuvo la jueza en la resolución citada por Noticias Caracol. "Gracias a Dios", reaccionó Uribe, que presidió Colombia entre 2002 y 2010 y luego fue senador entre 2014 hasta agosto de este año, en el que perdió temporalmente su banca por pedido de la Corte Suprema ante el proceso judicial en su contra. El senador Iván Cepeda, quien es parte, como víctima, en el proceso contra Uribe, aseguró que acata la decisión de la juez 30 de control de garantías, pero dejó claro que apelará la determinación. "La decisión de la juez 30 no altera mi íntima convicción de respeto por la justicia y de acatamiento a sus decisiones, no obstante, no compartimos esa decisión, por supuesto, y vamos a apelarla", indicó Cepeda.