El calor reinante y los fuertes vientos de estos primeros días del año provocaron que de los árboles se desprendieran grandes cantidades de hojas otorgando a la ciudad un aspecto más propio del otoño que del verano. El fenómeno, propio de un clima que causa la muerte prematura de las hojas de los árboles por falta de humedad se está convirtiendo en una molestia para amas de casa y encargados de limpieza de lugares públicos, ya que a diario deben juntar montañas de hojas para evitar que el viento las siga esparciendo por todos lados.

(Crédito): Maxi Huyema.
