El matemático argentino Luis Caffarelli ganó ayer el premio Abel, considerado el Nobel de las matemáticas, por su trabajo con las "ecuaciones diferenciales parciales", que permiten describir fenómenos tan diferentes como el problema del hielo que se derrite en el agua o el crecimiento de las poblaciones.

Egresado de la Universidad de Buenos Aires y profesor de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, Caffarelli, de 74 años, se convirtió en el primer sudamericano en recibir este prestigioso premio noruego, que comenzó a entregarse en el año 2003, y su dotación es de 7,5 millones de coronas noruegas (676.500 euros).

Caffarelli recibió la noticia de las autoridades de la Academia Noruega de Ciencias y Letras a través de una videollamada: dijo sentirse "sorprendido" y "contento" y declaró que era "un honor recibir esta distinción, que pone de relieve toda una vida de trabajo".

Horas más tarde, el matemático remarcó desde su oficina en Austin: "Estoy muy contento. Es algo que me dice que he trabajado muy bien y también que estuve y estoy rodeado de un grupo de gente muy especial".

Caffarelli obtuvo numerosos galardones, como el Premio Leroy Steele a la trayectoria otorgado por la Sociedad Matemática Americana.