La más diva de las preparadoras de Bailando por un sueño, que comenzó a destaparse con cada edición del certamen que conduce Marcelo Tinelli, volvió a mostrarse como Dios la trajo al mundo, ahora, en Revista Caras y puso a fuego lento la retina de los lectores. Así, Mariela Anchipi (39) comenzó a calentar motores para su arribo a la pista, por primera vez y al parecer junto a Hernán Piquín, ya que es la tercera confirmada para lucir sus habilidades como una de las famosas que participarán del concurso después de Rocío Oliva, la novia de Maradona; y Naiara Awada, la sobrina de la esposa del Presidente Mauricio Macri.
Más conocida como "La Chipi", ella abandonará su puesto detrás de cámaras. Antes, la mujer de Dady Brieva aceptó protagonizar un desnudo completo para Caras y alimentar la fogata ratonera tirando palitos del estilo: "Con Dady tenemos semanas de sexo a full" y "Dady es siempre quien toma la iniciativa y yo, como buena mujer gauchita, lo sigo en todo", "Para mí el sexo es fundamental para todo. Para el cuerpo, para estar más bella, para la cabeza, para el amor, para el humor, para la vida… Estoy convencida que alinea todo en la vida. Y te baja las ansiedades; por eso también es bueno para los nervios y para trabajar mejor", entre otras declaraciones hot.
Claro que esta producción de fotos alimentó las críticas de las mal pensadas que apuntaron a que si luce perfecta es gracias a su paso por el quirófano, pero ella salió al cruce y cenfesó que se hizo una para eliminar la cicatriz que dejó su embarazo y nada más.
Autoproclamada "la coach más chic y sexy del Bailando", está casada desde 2012 con el ex Midachi y es madre de Felipe (6) y Rosario (3). Bicampeona con Hernán Piquín y Noelia Pompa en 2011 y 2012; en 2016, fue parte del equipo de Nicole Neumann y Jorge Moliniers.
Con carita de tímida pero una lengua afiladídima se le enfrentó a Pampita porque le criticó sus coreografías y hasta amenazó con trompear a la periodista Fernanda Iglesias por acusarla de salir con el ex Midachi mientras estaba casado. Digamos que carácter y lomo le sobran para hacer "boom" frente a las cámaras.