Al menos cinco presos murieron la madrugada de hoy luego de un motín en una cárcel del centro de Manaos, a la que varios reclusos habían sido trasladados después de la masacre del lunes último, en otra prisión de esta capital del estado brasileño de Amazonas.

 

 

La nueva matanza -la tercera en la región amazónica en tan sólo una semana- ocurrió en la Cárcel Pública Raimundo Vidal Pessoa, que estaba cerrada desde octubre por falta de condiciones adecuadas y había sido reabierta a principios de esta semana como medida de emergencia para recibir a más de 200 presos provenientes del Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj), escenario de los brutales ataques que dejaron 56 muertos y conmocionaron a todo el país. Tres de los nuevos reclusos asesinados fueron decapitados, confirmó a la prensa el secretario de Seguridad Pública de Amazonas, Sergio Fontes, quien señaló que la situación ya estaba controlada esta mañana y la policía revisaba las instalaciones.

 

Aún no se sabe el motivo que generó los nuevos hechos de violencia, pero ya el viernes último los presos se habían quejado por el hacinamiento. La mayoría de los detenidos allí decían haber sido amenazados por la banda regional Familia do Norte (FDN), aliada de la poderoso grupo de Río de Janeiro Comando Vermelho (CV), segunda organización criminal más grande de Brasil detrás del Primeiro Comando da Capital (PCC), de San Pablo.