La joya de la corona. La crisis diplomática con Qatar abrió la mayor brecha en años entre algunos de los estados más poderosos del mundo árabe. 

Arabia Saudí, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin y Yemen decidieron ayer cortar relaciones diplomáticas con Qatar y aislar al pequeño y rico emirato del Golfo Pérsico, al que acusan de apoyar el terrorismo, lo que abre una crisis en la región. Los cinco países cerraron sus fronteras y exigieron a los qataríes que abandonen sus territorios en un plazo de dos semanas, tras acusar a Qatar de apoyar el terrorismo en Yemen y Siria. 
Riad anunció la ruptura de relaciones y el cierre de todos los puertos terrestres, marítimos y aéreos a todos los medios de transporte procedentes y que se dirijan a ese país, que sólo tiene frontera terrestre con Arabia Saudí.

Asimismo, justificó estas medidas por las ‘graves violaciones‘ de Qatar que ‘ponen en peligro la soberanía‘ saudí, así como por su apoyo a ‘organizaciones terroristas‘, entre las que citó a los Hermanos Musulmanes, el Estado Islámico (EI) y Al Qaeda. 
Lo mismo resolvió Egipto, país donde gobernaron los Hermanos Musulmanes hasta el golpe militar de julio de 2013, que aupó al poder a las actuales autoridades, que declararon terrorista a la agrupación islamista.

Egipto, los EAU son muy dependientes del gas natural qatarí.

Por su parte, EAU se unió posteriormente al boicot diplomático para ‘salvaguardar los intereses‘ de sus aliados del Golfo Pérsico y también cerrará el espacio aéreo y los puertos marítimos a los aviones y barcos cataríes, a los que les dio un plazo de 48 horas para abandonar el país.

El pequeño reino de Baréin siguió sus pasos tomados y, además de romper las relaciones diplomáticas, cerrará sus fronteras y espacios aéreo y marítimo en las próximas horas . Por último, el Gobierno libio aliado de El Cairo y el Gobierno yemení aliado de Riad se unieron al órdago contra Qatar, que también ha sido expulsado de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí que interviene en el Yemen a favor de Hadi y en contra de los rebeldes hutíes. El conflicto yemení es uno de los muchos asuntos en los que tendrá repercusiones la ruptura de relaciones con Qatar, que profundiza la división entre los aliados árabes suníes y aquellos que no se encuentran bajo el paraguas de Arabia Saudí y mantienen mejores relaciones con su acérrimo enemigo del golfo, Irán.

Este cisma diplomático en el Golfo Pérsico podría costarles miles de millones de dólares, al desacelerar el comercio y las inversiones y encarecer el endeudamiento de la región, en momentos en que enfrentan a unos bajos precios del petróleo. 
Con activos estimados en 335.000 millones de dólares en su fondo soberano de inversión, Qatar parece capaz de evitar una crisis económica por la decisión de sus vecinos de cortar sus conexiones aéreas, marítimas y terrestres.

Las recién ampliadas instalaciones portuarias de Qatar le permiten continuar con exportaciones de gas natural licuado (GNL) que ayudaron a anotar un superávit comercial de 2.700 millones de dólares en abril, e importar por mar productos que solían llegar por su frontera terrestre con Arabia Saudita, ahora cerrada. Pero parte de la economía de Qatar podría sufrir mucho si la disputa, por acusaciones de Riad de que Doha ha estado apoyando actividades terroristas, se prolonga meses, una perspectiva que contribuyó a que la bolsa del país cayera más del 7% ayer. 

Qatar Airways, el principal sponsor en la camiseta del Barcelona de Liones Messi, que se encuentra en el centro de los esfuerzos del país por convertirse en un centro turístico, se enfrentará previsiblemente a pérdidas por el veto de algunos de los mayores aeropuertos internacionales de Oriente Medio.

 

Entre el fútbol y las tropas de los EEUU

Qatar ha estado endeudándose para financiar unos 200.000 millones de dólares en gastos de infraestructura, mientras se prepara para organizar el Mundial de fútbol en 2022. Una caída en los precios de sus bonos soberanos sugiere que el financiamiento saldrá más caro, lo que podría ralentizar algunos proyectos. 

Dado que todos dependen mucho de exportaciones de petróleo y gas, los estados del Consejo de Cooperación del Golfo CCG apenas tienen relaciones comerciales o de inversión entre sí, limitará las consecuencias económicas de su disputa. Emiratos Arabes Unidos es el mayor socio comercial de Qatar en el CCG, pero sólo el quinto más grande a nivel mundial. Además, Qatar tiene una importancia geopolítica: Allí está la sede avanzada del Centro de Mando de EEUU, que opera en la base aérea de Al Udeid, en Doha, donde hay unos 10.000 efectivos de las fuerzas armadas.