El delantero Wahbi Khazri amargó la ilusión de Panamá, que pretendía cerrar su estreno mundialista con una victoria en Rusia 2018, que no llegó y que dejó al plantel canalero sin punto alguno en el torneo. El atacante del Rennes francés, de largo el mejor del partido, maquilló el papel de su selección que, cuarenta años después, volvió a ganar un partido en una Copa del Mundo. Fue en Argentina 1978, ante México, en la primera victoria de un equipo africano en esta competición. El Mordovia Arena vivió una historia diferente. Una paralela al Mundial. En escena, una de las dos debutantes mundialistas, Panamá, y Túnez. Dos comparsas con su historia particular.
Muy lejos de la puja por los primeros puestos, de la trascendencia de los puntos, Panamá y Túnez cumplieron el trámite con un interés exclusivo. El cuadro canalero de forma especial. En una aventura en la que todo es nuevo, el triunfo es un hito en su biografía. Túnez, por su parte, buscaba el reencuentro con el éxito después de cuatro fases finales de sequía.