El diputado kirchnerista Carlos Heller se quiso sumar en plena sesión a la movida #GritaloporD10S, que invitaba a gritar el mejor gol de la historia de los mundiales, el segundo de Diego Maradona a los ingleses en el Mundial de México 1986, pero no pudo.
Cuando Luis Contigiani, del Frente Progresista, Cívico y Social de Santa Fe, hablaba en la comisión conjunta -de Peticiones y Reglamento, y de Presupuesto y Hacienda-, reunida por zoom, Heller intentó interrumpirlo para gritar el gol y se dio una situación hilarante.
"Me deja que lo interrumpa un segundo nada más. Son las 16.09", atinó a decir Heller, pero Contigiani lo cortó en seco: "Termino presidente. Termino", y siguió con su discurso unos segundos más.
Fue entonces cuando Heller volvió a la carga. "Perdón lo mío, pero creo interpreto el sentimiento en general: les pido que aplaudamos, son las 16.09 y aplaudimos, ya que no lo podemos gritar y así participamos con el país de este momento", dijo mientras algunos diputados se sumaron y otros no.
"Si tiene ganas de gritar el gol lo puede gritar", le dijo en ese momento una compañera de bancada. "Pero ya lo gritaron, no me dejó Contigiani. Ya pasó… Creo que hemos cumplido, podemos seguir con la reunión. Disculpen, creo que nos lo merecemos y así parecemos normales", dijo Heller entre risas. Hasta entonces.
El diputado kirchnerista fue un dirigente de peso en Boca Juniors, el club de los amores de Maradona. Llegó a ser vicepresidente del club, escoltando a Antonio Alegre. Gobernaron hasta la llegada de Mauricio Macri a la presidencia xeneize.
De un grito a todos los gritos
Minutos después, Jorge Enriquez del bloque PRO se refirió al hecho y sus palabras causaron un caos en la sesión virtual.
El diputado opositor comenzó aclarando que es un "futbolero de alma", Pero a pesar de ello, aseguró que le dio "una profunda tristeza" el pedido de Heller por "la indiferencia ante la muerte", Y arremetió: "Ante lo que están pasando nuestros conciudadanos, cuando se pusieron a festejar el gol de Maradona, ¡de hace 35 años!".
La aclaración de su pasión futbolera no fue menor. Enríquez protagonizó su propio papelón en mayo pasado, cuando llegó diez minutos tarde a una votación por quedarse a ver los últimos minutos del histórico partido de su equipo, River Plate, cuando debió atajar Enzo Pérez en la Copa Libertadores.
Fue Sergio Massa, el presidente de la Cámara de Diputados, el que lo dejó en evidencia, con un comentario risueño.
Pero este martes, el tono de Enríquez fue otro."Les atrasa el reloj de la Historia, evidentemente. Y les atrasa la vergüenza, porque esta Cámara tiene la deshonra de tener cinco vacunados VIP que no fueron capaces de presentar la renuncia a su cargo", disparó.
Y cuando el diputado de Juntos por el Cambio comentaba que sus "compañeros de chat estaban todos verdaderamente horrorizados", todos los kirchneristas presentes en la comisión le salieron al cruce.
El ultraK Rodolfo Tailhade lo interrumpió con una ironía: "La verdad que me genera taaanto mal que estés triste, Enríquez".
"Estoy en el uso de la palabra. No se porqué los demás están muteados y el diputado, que no sé quién habla, si le da tristeza, me alegra mucho que la comparta conmigo", elevó la apuesta Enríquez.
"Tailhade soy, Enríquez. Tailhade soy. La verdad que es patético que un homenaje a Maradona te genere tristeza. Qué patético", disparó munición pesada el del Frente de Todos.
Fue allí que se descontroló la charla. Los micrófonos se prendieron y hubo gritos superpuestos y acusaciones cruzadas.
La voz de José Luis Gioja se destacó en el griterío: "Los 90 mil millones de dólares de deuda te deberían dar tristeza". "¿No te dio tristeza el FMI?", dijo otro.
"Presidenta ponga orden que estaba con la palabra yo", se enojó Enríquez. "Le recuerdo al diputado Tailhade que esta no es la comisión de linchamiento del procurador Eduardo Casal", chicaneó en relación con el rol que cumple Tailhade como espada K contra la Justicia.
Esta frase generó la queja de todos los del bloque oficialista, entre los que se escuchó "qué maleducado, por favor", "papelón" y que "viola todos los principios".
Fue allí que Enríquez pidió "un poquitito de seriedad" para hablar de la Hidrovía -que era el nunca mencionado tema de debate-, y dijo: "No me puse a festejar goles, doy datos concretos".
"Ni espíritu para festejar goles tiene, Enríquez, lamentablemente", lo cruzó Heller por último.
"No, los goles se festejan donde hay que festejarlos, no cuando hay 90 mil muertos, producto de que hubo delincuentes que se robaron las vacunas que no le correspondían", retrucó Enríquez, al que le gritaron: "Deje de llamar la atención".
"Ustedes ríanse, pero el abogado de los abogados (Carlos) Zannini se llevó una vacuna haciéndose pasar por personal de salud. Si nadie va a silenciar esto se transforma en un conventillo", agregó Enríquez.
Y tenía algo de razón: siguieron a los gritos y no de gol.
