El escándalo por las supuestas exhibiciones obscenas de un fotógrafo ante un grupo de 13 alumnas de unos 11 años del colegio El Tránsito en pleno viaje de fin de curso, registró ayer dos situaciones de alto impacto: el principal sospechoso, Pablo Golpe, se entregó de madrugada en la Central de Policía y públicamente negó luego haber exhibido sus genitales o haber incurrido en otras conductas que le atribuyen. El otro punto saliente de la jornada fue la decisión de los fiscales Daniel Galvani y Claudia Salica, de pedirle al juez que cite para una declaración informativa a las tres docentes y a la religiosa que viajaron con el contingente de estudiantes. Técnicamente, las mujeres no serán testigos, deberán presentarse con un abogado y no estarán obligadas a decir la verdad porque se las considerará sospechosas, aunque luego el juez deberá decidir si les imputa o no algún delito, dijeron fuentes judiciales.

Por la versión que surgió de los padres de las niñas, a las docentes se les adjudica haber estado a cargo de las menores y también un supuesto encubrimiento de los actos atribuidos al fotógrafo, pues los padres aluden a ciertas presiones a las niñas para que no dijeran nada de lo que había pasado, indicaron fuentes judiciales.

Los fiscales también solicitaron al juez Pablo Flores que se le informe al Ministerio de Educación sobre el caso, que se le realice un examen mental al fotógrafo y, principalmente, que les tome con "urgencia" el testimonio a las 13 niñas en Cámara Gesell, pues a partir de esos relatos y la evaluación que hagan los psicólogos del Anivi se determinará qué tipo de delitos pudieron existir. De la calificación de una eventual maniobra delictiva, dependerá la libertad del fotógrafo, indicaron.

Las niñas salieron el último jueves a la noche y debían regresar el lunes, luego de pasar tres días en Córdoba. Pero el último viernes -según el relato de algunos padres- sucedió lo inesperado: al menos dos episodios de supuestas exhibiciones obscenas, ambos en el interior del micro. El primero ocurrió alrededor de las 4 de la mañana cuando el sujeto fue al baño y, al salir, se paseó mostrando sus genitales. El segundo hecho -dijeron- ocurrió cerca del mediodía del mismo viernes, cuando se pararon porque una docente se descompuso, sus colegas bajaron y quedaron en el vehículo algunas niñas a las que también se les habría exhibido semidesnudo.

 

"El fotógrafo no es de Turismo Bacur"

Ariel Giménez (izquierda en la foto) aclaró ayer la situación de "Turismo Bacur SRL" la empresa que llevó a las niñas del Colegio El Tránsito. Acompañado de su abogado, Fernando Bonomo, Giménez dijo que el fotógrafo Pablo Golpe no pertenece a la empresa de turismo que gerencia, sino a la firma "ABC", contratada para brindar un servicio. "Repudiamos cualquier tipo de violencia contra los niños, siempre hemos trabajado con total respeto hacia todos nuestros clientes. Esto nos tiene muy sorprendidos, en 14 años de trayectoria nunca tuvimos un problema así… prestaremos nuestra completa colaboración a la Justicia para que se sepa la verdad", dijo Giménez.

"La responsabilidad penal en este caso es del presunto autor del hecho, no de la empresa. Además, en una escribanía se firmó un documento en el que consta que los docentes iban a estar a cargo de los chicos", dijo Bonomo.

Fotógrafo golpeado

El viernes en la noche, el fotógrafo de Diario Huarpe Gonzalo Medina recibió dos trompadas y una patada en el piso por parte de uno de los padres de las alumnas en el ingreso al colegio El Tránsito. Ese sospechoso, Mauricio David García, estuvo preso unas horas. Desde la ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina) repudiaron el violento ataque al trabajador.